Loco amor con Francis ChanMuestra

“Puede que no termines este capítulo"

Podrías morir antes de terminar de leer esto. Yo podría morir mientras lees esto. Hoy, en cualquier momento.

Normalmente vivimos inmersos en nosotros mismos. Normalmente apenas nos paramos a pensar en Dios. Normalmente olvidamos que nuestra vida es realmente un vapor.

¿Crees realmente que puedes desaparecer en cualquier momento? ¿Crees que quizá mueras hoy? ¿O te sientes, por el contrario, de algún modo invencible?

Nunca había experimentado problemas de corazón hasta que, hace un par de años, empecé a tener palpitaciones. Con el tiempo se volvieron más frecuentes y esto me preocupó.

Para ser sincero, sabía cuál era el problema. Estaba invadido y sobrepasado por el estrés. Era la temporada navideña y tenía que ocuparme de muchas cosas.

Pero en Nochebuena el problema se intensificó tanto que le dije a mi mujer que iría a urgencias después del culto de la iglesia. Durante la reunión, sin embargo, entregué todas mis preocupaciones y mi estrés a Dios. Mis síntomas se fueron disipando lentamente y no fui al médico.

Cuando estoy consumido por mis problemas—estresado por mi vida, mi familia y mi trabajo—realmente transmito la creencia de que las circunstancias son más importantes que el mandato divino de regocijarse siempre. En otras palabras, transmito la creencia de que tengo el derecho de desobedecer a Dios por la magnitud de mis responsabilidades.

Me descubro volviendo a aprender esta lección con frecuencia. Aunque vislumbro la santidad de Dios, aún soy tan tonto como para olvidar que la vida entera gira en torno a Dios y de ningún modo en torno a mí.

*¿Con cuánta frecuencia piensas en que tu vida es pasajera? ¿Cómo te ayuda esta comprensión a vivir de modo más transparente, caritativo y confiado?

Para terminar, mira este vídeo y reflexiona sobre los aspectos que hemos tratado: