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Nuestra alegría importa a Jesús

La noche antes de morir, Jesús compartió una última cena y conversación con sus discípulos. Qué le preocupaba a Jesús mientras se preparaba para dejar a sus seres queridos?

En Juan 14-16 leemos que Jesús consoló a sus discípulos y los animó a no turbarse. También les enseñó a permanecer. Aparte de Jesús no podían hacer nada.

Y luego Jesús les explicó por qué les decía todas estas cosas. Les dijo: "Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros y vuestra gozo sea cumplido" (Juan 15:11).

Jesús se preocupaba por nuestra alegría.

Mientras escribo estas palabras ahora mismo, mis ojos rebosan de lágrimas. ¡Un amor tan sorprendente, tan divino! En el colmo de su propia agonía, Jesús deseó mi alegría y la tuya. Es increíble, ¿verdad? Por el gozo puesto ante Él, Jesús soportó la cruz (Hebreos 12:2).