Confiando en Dios a Pesar del SufrimientoSample

[IMAGE CONTENT] Leer: Salmo 9 DEVOCIONAL: Salmo 9:10 Tus fieles seguidores confían en ti, porque tú, Señor, no abandonas a los que buscan tu ayuda. En temporadas de dolor y tristeza, lo último que queremos hacer es alabar a Dios. Pero la alabanza es una práctica esencial en nuestra fe. Cuando elevamos alabanzas a Dios declaramos Su majestad, tanto para nosotras como para Él. La alabanza es un recordatorio para nosotras acerca de quién es Dios, tanto como un acto de adoración. Cuando estamos convencidas del amor de Dios por nosotras, podemos ver nuestro dolor bajo una nueva luz. El Salmo 9 es otro salmo de alabanza. Este salmo también fue escrito por David, aunque el texto no nos da ninguna indicación de las circunstancias de la escritura. Sabemos que David estuvo en muchas batallas con sus enemigos. Sin embargo, Dios siempre lo libró. Hay muchos elementos incluidos en el Salmo 9: una proclamación de agradecimiento y alabanza, recordando la destrucción de Dios de Sus enemigos, una declaración del carácter de Dios, un llamado a la asamblea para alabanza, una promesa de alabanza continua, otra declaración de la justicia de Dios sobre los impíos, y una petición a Dios para que juzgue a las naciones. No existe una fórmula para la alabanza, aunque podemos aprender de David. La alabanza de David le recordó cómo había actuado Dios en el pasado, asegurándole que Dios actuaría en sus circunstancias presentes. Necesitaba liberación de sus enemigos, así que recordó las veces que Dios lo había librado de sus enemigos en el pasado. Al declarar la fidelidad de Dios en el pasado, David podía confiar en la fidelidad de Dios en el futuro. Mientras alababa a Dios por Su carácter, recordó la capacidad de Dios para salvar. La alabanza está destinada a ser compartida. Aquí, David animó a la asamblea a “cantar alabanzas al Señor” y “contar a las naciones lo que ha hecho” (v. 11). Este salmo fue escrito para el director musical, la persona que guiaría al pueblo en alabanza colectiva ante Dios. David llamó al pueblo a recordar todo lo que Dios había hecho por ellos y a contarle a las naciones de Sus obras. El elogio de David también incluye una petición. Después de alabar a Dios por destruir a sus enemigos, David nuevamente le pide a Dios que juzgue a los malvados. Las peticiones son parte de los elogios. Cuando le pedimos a Dios que satisfaga nuestras necesidades, declaramos que Él puede y está dispuesto a hacerlo. Él es honrado por nuestra alabanza y nuestras peticiones, ya que ambos afirman nuestra fe en Él.