Él nos llama por el nombreMuestra

Pequeños ruidos

Estoy tan familiarizada con los ruidos de los miembros de mi familia que podría decir cuál de nuestros hijos está entrando a mi habitación por la forma en la que tose o se aclara la garganta. Lo mismo ocurre con mi esposo cuando vuelve del trabajo: sé que es él antes de que diga mi nombre por la forma en que hace estallar la goma de mascar en su boca, o por el sonido de sus pasos al caminar por el pasillo. Conozco todos sus pequeños sonidos. 

Así es como debe ser con Jesús. Deberíamos ser tan conscientes de Su presencia en nuestras vidas que fuera fácil de reconocerlo. Él es nuestro Buen Pastor y quiere conocer íntimamente a Sus ovejas. Así como los pastores conocen sus rebaños, Jesús nos conoce. Nos llama por nuestro nombre y nos saca de la esclavitud, de la incredulidad, el temor, la inseguridad y de la desesperanza. Nos lleva a la libertad en Él. Él va delante, marcando el camino. Nos llama por nuestro nombre y desea que estemos tan cerca suyo que podamos sentir Su guía en cada área de nuestras vidas. Él quiere que entendamos y reconozcamos Sus movimientos, indicaciones y presencia. Él quiere que nosotros reconozcamos Sus ruidos.