¿Cómo conozco la voluntad de Dios? Muestra

Conceptos de vida que te dan luz

Hoy revisaremos tres conceptos, que son continuación de los que vimos ayer.

3. Satisfacción 

¿Deseas conocer la voluntad de Dios? La voluntad de Dios es que vivamos satisfechos con su provisión. La satisfacción se expresa en poder tener un genuino agradecimiento. En el capítulo 5 de la primera carta a los Tesalonicenses, aparece como conclusión final de una exhortación más amplia referente a la unidad entre los creyentes y en ese contexto tenemos que estar gozosos y en oración. Pero más aún, debemos estar agradecidos por todo lo que Dios hace a través de su iglesia. 

En la práctica, esto significa que si continuamente te estás quejando, si continuamente estás murmurando, si tienes lástima de ti mismo, entonces estás fuera de la voluntad de Dios. 

4. Sumisión 

Claramente entendemos que debemos vivir nuestra vida sometidos al programa y a la autoridad de Dios. La sumisión es un área que a todos nos concierne en algún momento de nuestra vida. Siempre habrá algún tipo de autoridad sobre nosotros. 

A menudo nos irritamos ante las reglas, leyes y restricciones que aplican aquellos que tienen autoridad sobre nosotros. El límite de velocidad es un ejemplo excelente de una restricción con la cual luchamos para someternos. El problema no es la ley; el problema es nuestra actitud hacia la misma. El universo que creó Dios es un lugar de orden y limitación. El hombre es la única parte de la creación de Dios, que tiene la audacia de rebelarse en contra de su voluntad. 

Las Escrituras dicen que la rebelión es como el pecado de adivinación. Esto es algo muy serio y muestra lo importante que es para Dios el tema de la sumisión. Es necesario que entendamos claramente que la voluntad de Dios, es que vivamos una vida sumisa. 

5. Sufrimiento 

La primera carta del apóstol Pedro, se escribió para creyentes que estaban dispersos por el mundo a causa de la persecución. Bajo estas circunstancias se conocen las tremendas pruebas que enfrentan los hijos de Dios. La pregunta para el creyente no es si va a sufrir sino, más bien cuándo y cómo lo va a hacer. Pedro escribió que la voluntad Divina para el creyente es que en todas estas cosas, atraviesen por el sufrimiento, dependiendo totalmente de Dios. 

¿Sabes qué es lo primero que sucede cuando algo anda mal? Comenzamos a quejarnos y a echarle la culpa a algo o a alguien. A menudo, cuando sufrimos, nos amargamos e inclusive nos volvemos vengativos. La voluntad de Dios es que dependamos tranquilamente de Él en medio del sufrimiento.