Desafío de RuthMuestra

Elimélec y Noemí originalmente vivían en Belén pero se fueron porque había una gran hambruna. Se trasladaron a Moab con sus dos hijos que se casaron con mujeres moabitas: Orfá y Ruth.

Desafortunadamente, Elimélec y sus hijos hijos murieron, dejando tres viudas. Noemí decidió que regresaría a Belén luego de pasar 10 años en Moab. Le dijo a sus nueras que volvieran a las casas de sus padres y se volvieran a casar. Orfá se fue, pero Ruth le suplicó a Noemí para quedarse con ella.



¿CONFÍA EN DIOS O CORRE?

Elimélec y Noemí estaban en una situación difícil, enfrentados a dos opciones: confiar en Dios o correr. Eligieron lo segundo. Fue una decisión que costó la vida de Elimélec y la de sus dos hijos. Leemos que dejaron Belén (que significa "lugar de pan") en Judá ("alabanza") para ir a Moab (significado: "¿qué padre?"). El significado de Moab nos da un vistazo en el estado mental de Elimélec. El dudaba del amor, la provisión y la paternidad de Dios y eligió salir de donde Dios lo había puesto.



UN EJEMPLO DE VERDADERA CONVERSIÓN

Orfá dijo que se quedaría con Noemí, pero decidió que no era para ella y se fue. Lamentablemente, esto es lo que sucede con muchos "cristianos" hoy en día. Vienen al Señor ante muchos llamados al altar, pero ¿dónde están unos días después? O, tal vez se quedan por un tiempo, saliendo rápidamente a la luz como dice la palabra, pero cuando llega la persecución o el sufrimiento como espinas invadiendo el crecimiento de uno, dejan la fe por una vida más "cómoda".



Pero Ruth, ella se quedó. En Ruth vemos un increíble ejemplo de verdadera conversión. Incluso cuando otros a su alrededor se fueron, Ruth se mantuvo firme. Inamovible, no consumida por las espinas de la vida, ella dice en mis versículos favoritos de éste capítulo (16-17) "... iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo y tú Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras y allí seré sepultada. ¡Que me castigue el Señor con toda severidad si me separa de ti algo que no sea la muerte!" Habiendo contado el costo, Ruth estaba dispuesta a dejar todo lo que conocía y amaba para seguir a Noemí y al Dios de Noemí. Un gentil volviéndose uno de los de Dios por propia DECISIÓN ¿has hecho la tuya? ¿Seguirás confiando en Dios en los tiempos de dificultad?



¿Tienes algún pensamiento? Compártelo en Twitter con el hashtag #RuthChallenge