Our Daily Bread Edición de 15 díasMuestra

Nos Inclinamos



Los antiguos griegos y romanos rechazaron arrodillarse como parte de su adoración. Dijeron que arrodillarse era indigno de un hombre libre, inadecuado para la cultura de Grecia, y apropiado solo para los bárbaros. Los eruditos Plutarco y Teofrasto consideraron arrodillarse como una expresión de superstición. Aristóteles lo llamó una forma de comportamiento bárbaro. Esta creencia, sin embargo, nunca fue sostenida por el pueblo de Dios.



En el Salmo 95: 6, el salmista indicó que arrodillarse expresa una profunda reverencia por Dios. En este versículo, usó tres palabras hebreas diferentes para expresar cuál debería ser la actitud y la posición del adorador.



Primero, utilizó la palabra adoración, que significa postrarse como un signo de honor para el Señor, con un significado asociado de lealtad a él. La segunda palabra que usó fue reverencia. Esto significa hundirse hasta las rodillas, dando respeto y adoración al Señor. El salmista usó la palabra arrodillarse, lo que significa estar de rodillas dando alabanza a Dios.



Según el salmista, arrodillarse ante la presencia de Dios es un signo de reverencia, en lugar de una forma de comportamiento bárbaro. Lo importante, sin embargo, no es solo nuestra posición física, sino una postura humilde del corazón. -Marvin Williams



Todopoderoso, incomparable, Dios glorioso,

que habita en la eternidad,

me inclino ante ti y te doy alabanza,

con asombro de que puedas vivir en mí. -Sper



Nuestra actitud en la adoración es mucho más importante que la posición de nuestra adoración.