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Lee el Salmo 63:6-7.
Si decides levantar tu cruz y seguir a Jesús, vas a experimentar candente resistencia del enemigo.
A veces lo único que podemos hacer es evitar ser absorbidos por nuestros pensamientos. Nuestras circunstancias pueden parecer más de lo que podemos soportar. La noche puede traernos un indeseado visitante, el insomnio, o la aurora clarear con una densa niebla de depresión sin aparente razón. Puedes estar sola en tu cocina pero sientes que estás batallando por tu vida contra una legión. A veces podemos sentir que enloquecemos.
Puede ser abrumador, atemorizador y desconcertante, pero Pedro dice que no nos sorprendamos cuando llega el ataque (1 Pedro 4:12). Sin embargo, como el salmista, debemos refugiarnos bajo la sombra del ala poderosa de Dios.
¡El mundo! ¡Satanás! ¡Nuestra carne! Estamos en una batalla. El ataque viene de adentro y de afuera, ¡a menudo con más de un enemigo por vez! Puede abarcar desde lo que son juegos mentales imaginarios hasta un asalto completo en nuestra familia o nuestro negocio. Gente maligna, espíritus malignos e incluso pensamientos malignos están al acecho.
El mundo, con toda su estrépito, sus elaboradas tretas y sus tácticas de presión, nos rodea por todo los flancos tentando a nuestros ojos, provocando a nuestra carne y seduciendo a nuestro orgullo (1 Juan 2:16–17). Trata de convencer sobre todos los caminos excepto el camino de Dios.
El diablo es engañoso. Generalmente no llega con fanfarria, pompa y ceremonia. Es imperceptible en su objetivo: pretextos y engaños, humo y espejismos, falsa apariencia, efectos de luz y sonido, música suave. Él no apunta solamente a desanimarte, él quiere destruirte.
Nuestra carne y su flaqueza están con nosotros por donde vayamos. Vivimos en un mundo pecaminoso con gente pecaminosa, incluyéndonos. ¡Podemos ser nuestro propio peor enemigo! La carne hace guerra al alma para evitar que hagamos lo que le complace a Dios. Lee Gálatas 5:17-25 y 1 Pedro 2:11.
Esto no es tu imaginación. Estás en una batalla, así que conoce bien a tu enemigo y prepárate.
Siguiendo la pauta de Romanos 12:2, elige un versículo de hoy que el Señor esté usando para renovar tu mente y transformar tu corazón y concéntrate en él.
Lee el Salmo 63:6-7.
Si decides levantar tu cruz y seguir a Jesús, vas a experimentar candente resistencia del enemigo.
A veces lo único que podemos hacer es evitar ser absorbidos por nuestros pensamientos. Nuestras circunstancias pueden parecer más de lo que podemos soportar. La noche puede traernos un indeseado visitante, el insomnio, o la aurora clarear con una densa niebla de depresión sin aparente razón. Puedes estar sola en tu cocina pero sientes que estás batallando por tu vida contra una legión. A veces podemos sentir que enloquecemos.
Puede ser abrumador, atemorizador y desconcertante, pero Pedro dice que no nos sorprendamos cuando llega el ataque (1 Pedro 4:12). Sin embargo, como el salmista, debemos refugiarnos bajo la sombra del ala poderosa de Dios.
¡El mundo! ¡Satanás! ¡Nuestra carne! Estamos en una batalla. El ataque viene de adentro y de afuera, ¡a menudo con más de un enemigo por vez! Puede abarcar desde lo que son juegos mentales imaginarios hasta un asalto completo en nuestra familia o nuestro negocio. Gente maligna, espíritus malignos e incluso pensamientos malignos están al acecho.
El mundo, con toda su estrépito, sus elaboradas tretas y sus tácticas de presión, nos rodea por todo los flancos tentando a nuestros ojos, provocando a nuestra carne y seduciendo a nuestro orgullo (1 Juan 2:16–17). Trata de convencer sobre todos los caminos excepto el camino de Dios.
El diablo es engañoso. Generalmente no llega con fanfarria, pompa y ceremonia. Es imperceptible en su objetivo: pretextos y engaños, humo y espejismos, falsa apariencia, efectos de luz y sonido, música suave. Él no apunta solamente a desanimarte, él quiere destruirte.
Nuestra carne y su flaqueza están con nosotros por donde vayamos. Vivimos en un mundo pecaminoso con gente pecaminosa, incluyéndonos. ¡Podemos ser nuestro propio peor enemigo! La carne hace guerra al alma para evitar que hagamos lo que le complace a Dios. Lee Gálatas 5:17-25 y 1 Pedro 2:11.
Esto no es tu imaginación. Estás en una batalla, así que conoce bien a tu enemigo y prepárate.
Siguiendo la pauta de Romanos 12:2, elige un versículo de hoy que el Señor esté usando para renovar tu mente y transformar tu corazón y concéntrate en él.
Acerca de este Plan
Cuando las pruebas parecen más de lo que podemos soportar, ¿dónde corremos? ¿A quién llamamos cuando nos atacan? Este devocional de cinco días de Thistlebend Ministries te enseñará cómo usar el teléfono rojo –para ayudar...
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Queremos agradecer a Thistlebend Ministries por este Plan. Para mayor información, por favor visita: https://www.thistlebend.org/new-products/
