Manifestación Del Reino De DiosMuestra

«El reino recuperado»

Es por medio de la muerte y resurrección de Cristo, que fue vencido el que tenía el imperio de la muerte y despojado de las llaves, queda sin autoridad ni dominio. Encontramos muchos textos bíblicos, que expresan el testimonio unánime del Nuevo Testamento, que el reino redentor de Dios, esperado por tanto tiempo, y que ha invadido este mundo manchado de pecado para recuperarlo para su legítimo rey, había empezado con la predicación, los milagros, la muerte, la resurrección, la ascensión y la entronización divina de Jesús, el Mesías.

No obstante, el dominio del Imperio Romano continuaba, el César todavía gobernaba, a veces con violencia despiadada y con una decadencia desagradable. Los cristianos soportaban prisión, enfermedades, azotes e incluso, martirio. Las tormentas arremetían en el Mediterráneo, hundiendo barcos y llevándose vidas, la hambruna, la peste, la pobreza, la opresión eran lo cotidiano. Si el reino pacífico de Dios había nacido, la situación mundial en las esferas política o física, no daban indicaciones de ello.

Poco ha cambiado en dos milenios. Baños de sangre en las guerras nacionales e internacionales, violencia y opresión en los países grandes y pequeños, decadencia moral, injusticia social y corrupción política en todos los lugares del planeta, parecen contradecir la afirmación de que el Príncipe de la Paz reina ahora en la tierra. Vergonzosas discusiones y cismas en la iglesia, reflejan dudas acerca de su reinado incluso, sobre aquellos que lo declaran Rey.

Los autores del Nuevo Testamento, sin embargo, transmiten la infalible afirmación del Espíritu Santo, que el victorioso sacrificio de Jesús y su resurrección reivindicatoria, inauguraron en efecto, el reino redentor de Dios. Además, muestran la influencia de la llegada del reino en las vidas de los creyentes hoy, que todavía pecan y que todavía sufren.

En el centro de la revelación de Jesús a Juan, se encuentran visiones idénticas que representan el momento crucial en el conflicto cósmico de las eras. Según lo que se registra en el capítulo 12 de Apocalipsis, Juan vio al Hijo de la mujer amenazado por el dragón pero sentado en el trono de Dios para reinar en las naciones, cumpliéndose el Salmo 2. Entonces Juan vio la batalla en el cielo, y al dragón derrotado y expulsado; y Juan oyó la importancia de aquella victoria: “Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado… Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos…”, (Apocalípsis12: 10–11).