ElevarMuestra

¿Recuerdas esos juegos en los que participabas cuando eras niño, como ponerle la cola al burro o golpear una piñata? A primera vista parecen muy fáciles, pero si te vendan los ojos, ¡cualquiera puede ganar! ¿Por qué? La visión lo cambia todo. Lo que podemos o no podemos ver, o incluso aquello en lo que nos centramos, puede formarnos o destruirnos. Nuestra visión no solo guía nuestras etapas físicas, sino que también puede darle forma a nuestro ser interior. Si bien la vida puede parecer caótica y la paz a veces parece estar fuera de nuestro alcance, Jesús nos anima a elevar nuestra perspectiva y a mantener nuestros ojos espirituales centrados en Él. Cuando fijamos nuestros ojos en Jesús, somos capaces de ver lo que de verdad es importante y permitimos que su paz llene nuestros corazones. Así que hoy, incluso en medio del caos, eleva tu visión.

Tómate el tiempo para buscar a Dios en oración y meditar en su Palabra. Cuando levantamos la mirada y nos centramos en Dios, descubrimos una paz que trasciende nuestras circunstancias.