Todos los DíasMuestra

A nadie le gusta fracasar. Ninguno de nosotros quiere ser defraudado, decepcionado o herido por los fracasos de los demás. ¡Y no queremos fallarles a otros haciéndoles lo mismo! Como cristianos, tenemos la promesa de seguir a un Dios que nunca nos fallará. Al fin y al cabo, ¡Dios nos ama con un amor incondicional! El amor de Dios no nos decepciona, ni nos defrauda, ni nos abandona. Pase lo que pase, el amor de Dios siempre está ahí esperándonos. Confiar en ello es un gran primer paso para conectarte con el Dios cuyo amor nunca te defraudará.

Hoy, habla con un amigo, el líder del grupo pequeño o un miembro de la familia sobre cómo te sientes al saber que el amor de Dios nunca falla. ¿Qué cambiaría en tu forma de sentir la fe si supieras que esto es verdad pase lo que pase?