Semana SantaMuestra

Hoy te invito a meditar en las 4 ultimas palabras que pronunció Jesús en la cruz.

4. «Apreciada mujer, ahí tienes a tu hijo». «Ahí tienes a tu madre».

Jesús tiene cuidado de nosotros.

La cuarta palabra de Jesús en la cruz nos enseña una verdad increíble y es que Jesús se preocupó por otros, hasta el último momento de su vida.

Jesús se preocupó por el bienestar de su madre aun en el momento más duro, difícil y doloroso de su vida.

Y esto nos lleva a entender la siguiente verdad: Jesús se preocupa y tiene cuidado por nosotros.

El Apóstol Pedro nos amplía nuestro entendimiento de esta gran verdad porque nos enseña que Jesús no solo tiene cuidado por nuestras necesidades materiales sino también por nuestras necesidades emocionales. Es por eso que utiliza la palabra "todas" sus preocupaciones.

No importa si es una preocupación de salud, financiera o familiar, puedes ponerla en manos de Dios y confiar que Él va tener cuidado de ti.

5. “Tengo sed".

Jesús entiende nuestro sufrimiento.

La quinta verdad que encontramos en las palabras de Jesús en la cruz, es que Jesús sufrió la crucifixión como un hombre. Jesús padeció el látigo romano, la corona de espinas, los clavos en sus manos, el cansancio es sus piernas y la sed como hombre. Él se identifica con nuestros sufrimientos. Jesús no es ajeno, sino empático con nuestro dolor.

Jesús entiende lo que significa el dolor físico, pero también entiende el dolor por las ofensas, el rechazo y la traición.

Jesús nos puede consolar en nuestro dolor porque Él también pasó por dolor, angustia y sufrimiento. Dios no solo nos entiende sino nos consuela.

6. “¡Todo está cumplido!”.

La sexta verdad que podemos encontrar es que Jesús cumplió con su misión.

Jesús vino a la tierra para tomar nuestro lugar, pagar nuestra deuda y morir por nuestros pecados.

Por lo tanto, tu deuda ha sido pagada.

Tu pasado ha sido olvidado.

Y tus pecados han sido perdonados.

Hoy podemos vivir libres de toda condenación y no gracias a que somos buenos, sino gracias a que Jesús es bueno. Hoy podemos tener acceso a las promesas de Dios, no gracias a nuestras buenas obras, sino gracias a la obra de Jesús en la cruz.

La salvación es gratis, pero no es automática. Para poder ser salvos y tener acceso a los beneficios de la cruz, nosotros debemos declarar o confesar con la boca y creer con el corazón.

7. “¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!".

Estas son las palabras que Jesús pronuncia un instante antes de morir en la cruz. Y esto nos muestra que el compromiso de Jesús con la humanidad no fue parcial o a medias, sino un compromiso total.

Jesús lo dio todo en la cruz, a pesar del sufrimiento y dolor, El decidió entregarlo todo.

Medita: Jesús lo dio todo por ti, ¿estás dispuesto tu a darlo todo por Jesús? Jesús no está en busca de simpatizantes sino de discípulos que día a día estén dispuestos a comprometerse con su llamado y visión. Es necesario ser un cristiano comprometido. Hoy renueva tu compromiso con Jesús.