¿Y Por Qué Tuvo Que Morir?Muestra

El regalo más grande

¿Te ha pasado alguna vez que te regalan algo que siempre has querido, que ansías con todo tu corazón? O, ¿te ha pasado que, por comer rápido, te atragantas con un grano de arroz o con un minúsculo pedazo de carne, comienzas a ahogarte. llega alguien por tu espalda y te hace la maniobra de Heimlich y, al final, logras respirar nuevamente? ¿Cuál es tu respuesta a estos actos de generosidad? Agradecer, agradecer, agradecer; en especial si estabas camino a la muerte y llega una persona y te salva…te deshaces en agradecimientos, ¿o no? ¿Te cuento algo? Nosotros nos estábamos ahogando, íbamos camino a la muerte eterna y Dios nos hizo un regalo: Nos salvó. Te explico cómo brevemente.

La Biblia identifica al pecado como el principal problema del ser humano y el más serio de todos. Todo empezó cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios cuando Él le dijo: “De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás". Y probaron el fruto que Dios expresamente les había dicho que no lo hicieran. Pero, como Satanás (representado como una serpiente) los tentó diciéndole “...Serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.”... Adivinen, Adán y Eva cayeron redonditos en el ahora viejo truco de que “serán como Dios”. Desde ese momento, el pecado y la maldad entraron en nuestros corazones.

El pecado no es sólo una acción, está incrustado en nosotros, en nuestro ADN. Por ahí leí que: “Nosotros NO somos pecadores porque pecamos. Al contrario, pecamos porque somos pecadores”. Porque somos pecadores, pecamos en forma totalmente natural. Como es natural en nosotros, la mayoría de las veces no nos damos cuenta. Está en nuestro ser. ¿No me crees? Somos egoístas, avaros y orgullosos, soberbios por naturaleza. Mentimos desde muy pequeños. ¿Qué le enseñas a tu hijo de tres años, a compartir o a ser egoísta? Se le enseña a compartir porque el ser egoísta viene por defecto, le sale en forma natural al niño.

Ya de adolescente y adulto, nos dejamos llevar fácilmente por nuestros deseos sexuales. Robamos, estafamos e incluso matamos con mucha facilidad. ¿Piensas que exagero? Es cosa de ver las noticias y estudiar un poco la historia humana para darnos cuenta cómo la maldad del ser humano ha llevado al hombre a guerras, genocidios, persecuciones, e incluso, a la destrucción de nuestro propio planeta. Nuestro estado pecaminoso se manifiesta en todo lo que hacemos, porque SOMOS pecadores. Hay maldad en el mundo porque existe el pecado en el corazón de cada persona. Somos una raza caída. Así como Dios es bueno y todo lo que Él hace es bueno, el ser humano es pecador y todo lo que hace está manchado por el pecado y la maldad. La Biblia es clara en esto: “Estamos todos infectados por el pecado y somos impuros. Cuando mostramos nuestros actos de justicia, no son más que trapos sucios" (Isaías 64:6 NTV).

La Biblia dice que “...la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23); es decir, que por cada pecado que cometemos deberíamos morir. Sinceramente, ¿cuántos pecados cometes diariamente? Yo creo que por lo muuuuy bajo, unos 5 al día. Si la paga del pecado es la muerte, al menos debería morir unas 5 veces todos los días. Ahora bien, si cometo 5 pecados al día y llevo más de 50 años viviendo….uffff….¡Mi deuda es enorme! Y no tengo cómo pagarla. Por ende, debería morir y morir eternamente. ¿Cuál es el monto de tu deuda? ¿Crees que la puedes pagar?

Por siglos los israelitas trataron de pagar esa deuda a través de los sacrificios; tal como se muestra en el Antiguo Testamento. Pero, ¿cómo un pueblo pecador podía pagar la deuda adquirida, cómo podían acercarse a un Dios Santo Santo Santo? Lo primero, fue arreglar el tema del pecado. Por eso en los primeros capítulos de Levítico se dan instrucciones detalladas acerca de cómo ofrecer los sacrificios. La ofrenda de grano debía ser de lo mejor de la cosecha. Si ofrendan toros, cabras u ovejas, estas ofrendas tenían que ser perfectas, sin defecto alguno. Ahora, ¿cómo, nosotros seres imperfectos, podríamos ofrecer sacrificios perfectos? Imposible, por eso estos sacrificios eran soluciones parciales y temporales…hasta que…Dios envió al ángel Gabriel a conversar con una mujer, quizás adolescente, y contarles que iba a ser mamá de nada menos que del Hijo de Dios: “No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo” (Lucas 1:30-32). Ese niño, Hijo de Dios, nació en un pesebre y estaba envuelto en pañales cuando los pastores lo vieron.

Te apuesto que no sabías, Los pesebres eran comederos para animales, pero en el antiguo Israel estaban hechos de piedra. No eran cómodos, pero eran excelentes para protegerse. Por eso los que eran expertos en la materia, los sacerdotes, ponían en ellos a sus corderos recién nacidos para protegerlos, para que no se hicieran daño alguno. Pero no cualquier cordero, los corderos perfectos sin tacha, sin manchas para que fueran usados ​​en el sacrificio por los pecados. Y Belén, donde nació Jesús, era conocida por sus corderos sin manchas utilizados para el sacrificio. Estos corderos tenían que ser perfectos para que los envolvieran bien apretados en una tela y los tumbaran en el pesebre para mantenerlos a salvo de cualquier daño. ¿Te acuerdas del pasaje donde Juan Bautista dice: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". ¿Cuando vio a Jesús acercarse a él? Sí, ¡¡¡WOW!! Jesús fue ese cordero perfecto sin mancha (pecado) alguna que se iba a sacrificar en la cruz como pago de nuestros pecados.

¿Te hace sentido todo lo que te he contado? ¿Podrías decir cuál es el regalo más grande que hemos recibido? Sin duda alguna, ese niño, ese bebé envuelto en pañales que fue preparado desde su nacimiento como sacrificio por nuestros pecados, por TUS pecados, por TU deuda y que nos salvó. TE salvó de una muerte eterna…si crees en Él y en lo que Él hizo por nosotros. ¿Te acuerdas de esa deuda impagable que tenías? Jesús la pagó cuando murió en la cruz. Él fue el sacrificio perfecto. ¿Cómo no deshacerse en agradecimientos por eso?

Preguntas para Reflexionar

• ¿Cómo puedes agradecer a Jesús por el sacrificio que Él hizo? ¿Cómo le puedes sacar una sonrisa a Él?
• ¿Qué cosas crees que a Él le agradaría que tu hicieras?

Que tengas un excelente y bendecido día. Nos vemos en la siguiente lectura,
Alfonso