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Creer Y Descansar, Para Poder MadurarMuestra

Creer Y Descansar, Para Poder Madurar

DÍA 1 DE 3

Hoy quiero invitarlos a recordar esa palabra en Génesis 1:31 – 2:1-3. Habla acerca del reposo; ¿recuerdan cuando el Señor terminó su obra de la creación? Génesis nos dice que, el último día, en el séptimo día, El Señor descansó, reposó de su obra. Y Dios, bendijo ese séptimo día, porque reposó de toda la obra que había creado. Pero, lo interesante es que al sexto día el señor creó a Adán. El hombre fue creado en el día anterior al reposo.

Podríamos decir que el hombre despertó a la creación cuando todo estaba listo. El hombre llega y al siguiente día el Señor está reposando de todo lo que había creado; lo que indica que el Señor creó a Adán para que disfrutara de su presencia en descanso, en confianza y tranquilidad. Y el Señor les dijo en Genesis 3:28 “fructificad y multiplicaos”, dice la versión Reina Valera. Todo esto que ves aquí es para ti, para que te alimentes, para que lo disfrutes, para que lo administres, le dice el Señor a Adán.

Porque, esa es otra de las realidades que se desprenden de esa narrativa. Somos los ecónomos de este planeta, los “managers” de este planeta. Sin embargo, a raíz de la caída, lo que vemos es que no solamente el hombre fue separado en maldición, sino que también la tierra recibió la maldición de Dios, y por eso ahora no solo experimentamos una vida caída, sino un mundo caído; pero la promesa del Señor es que al final no solo nos restaurará a nosotros, al ser humano, sino que también restaurará los cielos y la tierra para que podamos disfrutar de un nuevo lugar, con un nuevo cuerpo, y de la eternidad de Cristo, la eternidad de su presencia.

De modo que, para poder recibir todo lo que el Señor nos ha venido enseñando en estos días, para experimentar su descanso, su paz, y su sanidad, necesitamos algo muy importante, y es creer, pues la fe es el ingrediente principal de todo cristiano.

Cada promesa, cada palabra, cada versículo, cada detalle que el Señor pone delante de nosotros, nos pone en la disyuntiva, creo o no creo, creo que eso es para mí o no es para mí, creo que Dios es capaz de hacerlo, creo que Dios es el Todopoderoso, creo que Dios tiene una buena intención conmigo. ¿Creo que cuando me estoy acercando a Dios, me estoy acercando a un Dios bueno? ¿a un Dios que me ama? Porque creer las Buenas Nuevas es lo que te permite entrar en el reposo de Dios.

Hebreos 4: 1-3 parte a, dice: “Por tanto, aunque la promesa de entrar en su reposo sigue vigente, cuidémonos, no sea que alguno de ustedes vaya a quedarse fuera. Porque a nosotros se nos ha anunciado las buenas noticias, lo mismo que a ellos; pero el mensaje que escucharon no les sirvió de nada, porque no se unieron en la fe a los que habían prestado atención a ese mensaje.”».”.

A nosotros se nos han anunciado las buenas nuevas como también a ellos. El libro de Hebreos está hablando de aquel momento del desierto, donde a ellos se les anunció una promesa; eran buenas nuevas y no creyeron. Del mismo modo, a nosotros, El Señor nos dio el Evangelio. Dice la Biblia que ellos oyeron, pero no les sirvió, no les hizo provecho, porque no creyeron, ¡Que triste! ¿Será que nos puede pasar algo similar a nosotros?

El Señor mismo y no un hombre, les habla, les hace buenas promesas, les dice: --“Yo estoy contigo, Yo te introduciré en esta tierra buena, y te bendeciré. Es una tierra de abundancia, hay leche, miel, ganados, olivos, viñedos, hay todo lo que tú necesitas, la lluvia temprana, y la lluvia tardía”-- Pero, a ellos no les aprovechó porque no lo creyeron ¡Oyeron, pero no creyeron, porque no tuvieron fe!

Para nosotros es vital entender que al igual que a ellos, la palabra que Dios nos habla, es efectiva si se une a la fe. Esas promesas que nosotros recibimos, las buenas nuevas del Evangelio, son efectivas para nosotros si están acompañadas de fe; cuando creemos su palabra, se activa en nosotros, la disfrutamos, la experimentamos, la vivimos con gozo .

Ahora, Hebreos, capítulo 4, habla de desobediencia; dice en el versículo siete: --“Aunque todavía falta que algunos entren en ese reposo, y los primeros a quienes se les anunció las buenas noticias no entraron por causa de su desobediencia”--.

La pregunta es ¿Desobediencia en qué? Tú dices: -Memo, pero si yo me porto bien; me porto bien en mi casa, me porto bien con mi esposa, y en el trabajo-. Pero, tal vez te preguntes ¿Dónde está la desobediencia? La desobediencia de la que está hablando el Señor, no es la desobediencia en hacer cosas, o la de portarse bien, sino la desobediencia en creer su palabra.

El Señor dice en Su palabra que hay galardón para quienes lo buscan, para quienes se acercan confiados, es decir para los que creen; y tal vez preguntes ¿Cuál es el galardón? Pues Su bendición, es el galardón, es decir, la bendición de su presencia; si yo me acerco a Él confiadamente, recibo todo lo que él tiene para mí, y no solamente cosas materiales, pues el regalo en realidad, si lo miramos detalladamente, es Él mismo. El regalo, es Cristo en nuestra vida, es Cristo uniéndose a nosotros y nosotros uniéndonos a Él, ese es el regalo, las otras cosas son añadiduras.

La invitación de hoy es que volvamos nuestros corazones hacia Él y nos acerquemos confiados a Él.

El versículo 10, de Hebreos 4, también nos alienta: “Porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas”.

El que ha entrado en su reposo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas. Pero uno diría, “entonces Dios dejó de actuar”.No, más bien, es que, si nosotros reposamos de nuestras obras, y descansamos y creemos, no son las obras humanas las que nos van a acercar a la bendición de Dios. Es saber que no dependemos de nuestras obras, para acercarnos a Dios. No es cuestión de nuestro esfuerzo, para ser merecedores de lo que Dios tiene para nosotros. Sino que es por la fe que entendemos que Dios tiene una buena voluntad para nosotros, y en consecuencia, reposamos de “intentar” o de “hacer” esfuerzos, u obras para agradar a Dios.

Por, guillermo Hernandez y equipo TopCristianos

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Día 2

Acerca de este Plan

Creer Y Descansar, Para Poder Madurar

Cada palabra, promesa y detalle del Señor nos enfrenta a la decisión de creer o no. Creemos en Su capacidad, en que es el Todopoderoso y que tiene buenas intenciones para nosotros. Al acercarnos a Él, nos acercamos a un ...

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