Ajuste en La CruzMuestra

Ajuste físico

Nuestra cultura occidental se centra principalmente en los beneficios del ejercicio en nuestra apariencia externa, junto con la ventaja de vivir libre de enfermedades.

Pero como cristianos, nuestra motivación para cuidar bien nuestros cuerpos debe ser mucho más profunda que usar un tamaño de vestido más pequeño o tener brazos grandes y definidos. La respuesta no es abandonar el ejercicio por completo, sino enfocarse en los propósitos detrás del entrenamiento físico.

En nuestra sociedad acelerada, puede ser fácil sentir que no tenemos tiempo para hacer ejercicio. Plazos de trabajo, tareas y diversos compromisos pueden hacernos sentir que no hay espacio para hacer ejercicio. El ejercicio puede parecer un lujo que no podemos permitirnos. Pero aquí hay algunas razones por las cuales deberíamos seguir un plan de ejercicio regular:

1. Cuidar la tienda terrenal que Dios te ha dado: Mantener nuestros corazones bombeando y nuestros cuerpos fuertes nos permitirá seguir adelante, incluso a medida que envejecemos. Honramos a nuestro Creador cuando cuidamos los cuerpos que nos ha confiado a través del ejercicio y una alimentación saludable.
2. Servir a otros: Seguramente una vida dedicada a entregarnos por el bien de los demás será más fácil con un cuerpo fuerte y saludable. Usamos nuestra fuerza para levantar bebés o niños a los que cuidamos. Usamos nuestra fuerza para viajar a lugares que necesitan escuchar las buenas nuevas de Jesús.
3. Mantener tu mente despierta y alerta: El ejercicio regular puede ayudarnos a seguir siendo estudiantes de la Palabra de Dios mientras crecemos y aprendemos a través del estudio regular y la meditación, desempacar las promesas de las Escrituras y aplicar todo a nuestra vida diaria.
4. Evangelizar: El ejercicio regular nos brinda formas fáciles de conocer gente, establecer relaciones y compartir nuestra fe. Puedes formar nuevas relaciones, compartir tu fe y encontrar un nuevo amigo para invitar a estudiar la Biblia, todo desde el elíptico.
5. Deleitarte en Dios: Para algunos de nosotros, hacer felices nuestras almas en Cristo podría significar que comencemos nuestro día con ejercicio para poder enfocarnos mejor en la verdad de la palabra de Dios. Ora para levantarte de la cama y llegar al gimnasio como un medio para despertar y preparar tu mente y corazón para las Escrituras.

El estrés que puede resultar de las circunstancias en nuestras vidas puede ser consumidor.

Usa el ejercicio como un medio secundario de luchar para mantener la perspectiva correcta en la vida.