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No Tengas TemorMuestra

No Tengas Temor

DÍA 1 DE 3

Pero te llamé al sentir que me caía, y Tú, con mucho amor, me sostuviste.
En medio de mis angustias y grandes preocupaciones, Tú me diste consuelo y alegría (Salmos 94:18 y 19 (TLA ).

¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando piensas en la Palabra Dios?

Seguramente coincides conmigo en responder a esta pregunta.
Yo pienso en un ser supremo, que todo lo puede.
Un Dios, el cual nada le es imposible. Y por eso le llamamos DIOS.

Pero déjame contarte que para mí es más que eso. Él para mí, es un Padre, un Amigo, y mi Rey.
Alguien al que puedo sentir cercano, que me brinda seguridad; y que me hace sentir confiada.
Alguien que lleva el curso de mi vida, de mi hogar, de mi ministerio. Y que puede llevar también el de la tuya, si se lo permites.

Quiero que sepas que así como yo llegué a esta relación con Dios, tú puedes también. El Señor está cercano a los que lo buscan de corazón sincero. Así lo dice en su Palabra.

La frase: "NO TE DESANIMES PORQUE YO SOY TU DIOS, nos habla de paternidad. Nos dice que le pertenecemos a alguien. Nos reconforta. Y nos llena de esperanzas.
Nos da un significado, y un apellido.
Nos habla de aliento, de nuevo ánimo. Nos asegura un cuidado especial, y una compañía especial.
No tenemos por qué sentirnos solos en este mundo, porque no estamos solos. Ahora le pertenecemos a Papá. Le pertenecemos a Dios.

Reflexionemos:
¿Sientes la paternidad del Señor en tu vida?
¿Qué pasaje bíblico te recuerda el cuidado de Dios sobre ti y tu familia?
¿Cuándo estás abatido se lo dices a Dios?

Ora conmigo:
Padre gracias… Porque tengo un nombre en Ti. Tú me das un apellido. Me das esperanzas, me llenas de seguridad. Y ahora sé que en Ti siempre voy a encontrar refugio y protección. Gracias porque hoy has hablado a mi corazón y me has mostrado que no estoy solo, te tengo a Ti. Gracias Dios, amén.




Día 2

Acerca de este Plan

No Tengas Temor

En los procesos de la vida podemos llegar a dudar del amor de Dios, y de Su cuidado. Es importante creer una y otra vez, que la mano del Señor siempre nos sostendrá. Sus promesas no caducan, son eternas.

Nos gustaría agradecer a Eliz d' Zunino por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linktr.ee/eliz.dzunino

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