“La Esperanza Y Poder De La Resurrección"Muestra

La esperanza y poder para encarar la incertidumbre

Wendy Colón

"¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto!" (Juan 20:3-23).

¡Cuántas veces la incertidumbre nos acecha! Un diagnóstico médico inesperado, la pérdida de un trabajo, los rápidos y hasta violentos cambios sociopolíticos de nuestros países, entre otros. Pero hoy quiero recordarte que el poder de la resurrección es tan grande que puede ayudarte a encarar la incertidumbre. Cuando Pedro y el otro discípulo recibieron la noticia de que el cuerpo de Jesucristo no estaba en la tumba, fueron corriendo a ver qué había sucedido (Juan 20:3-23). “Ambos fueron corriendo, pero como el otro discípulo corría más aprisa que Pedro, llegó primero al sepulcro. Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró” (v.4-5).

La incertidumbre de seguro corría con ellos y hasta en ciertos momentos los detuvo, pues “Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar” (v.9). Ver el sepulcro vacío quizás aumentó la incertidumbre. Pero el poder de Dios manifestado en la resurrección de Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos, permeó el entendimiento de estos que andaban con Él, cuando lo vieron. La incertidumbre que arropaba sus pensamientos ante la muerte de Cristo desapareció. Aun no entendían del todo que significaba aquello, pero sabían que nada sería igual. María cambió su incertidumbre al ver a su Señor, a su Maestro; “María —le dijo Jesús. Ella se volvió y exclamó: —¡Raboni! (v.16). La incertidumbre desapareció de aquellos discípulos cuando vieron a Jesús resucitado; “Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Al ver al Señor, los discípulos se alegraron” (v.20).

El hecho de la resurrección nos recuerda que todo está bajo su control. La incertidumbre nos puede perseguir, pero nuestra esperanza está viva y el poder de nuestro Dios es suficiente para darnos paz y seguridad de que todo, lo presente y lo futuro, obrará para bien, pues lo amamos. Aquella imagen de una tumba vacía puede ser un espejo donde vemos la incertidumbre que nos amenaza, pero cuando vemos al resucitado, cuando vemos a Jesús, nuestros ojos son abiertos.Hoy, Dios quiere lo mismo, que nuestros ojos alcancen a ver la gloriosa herencia que tenemos de un futuro mejor junto a Él.

¿Qué hacer en tiempos de incertidumbre?

•