Enfrentando El Día MaloMuestra

7. Arma espiritual siete: Saber que Él es tu refugio y escondite en el DÍA MALO.

En el momento de la adversidad, pareciera que no tenemos a dónde ir. Nuestra cama y almohada, que eran lo más cómodo del mundo, ya no lo son. La comida que más nos gustaba ya no nos da satisfacción y la ducha más confortable que pudiéramos darnos ya tampoco nos contenta.

Pareciera que no hay lugar donde encontrar un poco de alivio cuando el temor y la incertidumbre se apoderan de nuestra mente y corazón.

Pero sí, hay que saber que tenemos lugar a donde ir. Tenemos refugio y escondite en el día MALO. ¡SU DULCE PRESENCIA! (Salmos 50:11 - Salmos 27:5 ).

Que en los tiempos de adversidad podamos declarar con seguridad y certeza lo mismo que declaró el profeta Jeremías: “… Mi refugio eres tú en el día malo” (Jr. 17: 17).

8. Arma espiritual ocho: Comprender que, así como llegó el día malo, así también tendrá que pasar.

No debes juzgar toda tu vida por el día malo que quizás estés pasando (Proverbios 15:15).

El problema, la enfermedad, la escasez, esos gigantes, esos muros, ese ladrón que viene contra tu vida, es temporal. Una mala racha en el matrimonio, un descontento, algún desentendido, un amigo disgustado, un día lluvioso y gris, todo esto puede pasar, pero recuerda que todo es temporal. Todo pasará salvo su palabra que revela lo eterno y que permanece para siempre (2 Corintios 4:18).