Adoración apasionadaMuestra

El fuego de la pasión

Imagina un fuego ardiente en tu interior, una llama que arde con pasión por Dios. Esta pasión es un regalo divino que nos impulsa a buscar a Dios con todo nuestro ser. Al igual que el salmista, anhelamos a Dios como si estuviéramos en un desierto sediento, buscando desesperadamente Su presencia. La pasión en la adoración es un reflejo del amor apasionado que Dios siente por nosotros. Hoy, encendamos el fuego de la pasión en nuestra adoración, dejando que nuestra relación con Dios arda con intensidad y fervor.

Oración:

Amado Padre Celestial, te agradecemos por el don de la pasión en la adoración. Enciende en nosotros un fuego ardiente que nos impulse a buscarte con ansias. Permítenos experimentar una relación apasionada contigo, como el salmista que anhela tu presencia en medio de la sed. Que nuestra adoración sea un reflejo de tu amor y gracia, y que cada día nos acerquemos más a ti. En el nombre de Jesús, amén.

Desafío:

Hoy, dedica un tiempo prolongado a la adoración. Escoge canciones de adoración que resuenen con tu alma, y canta con fervor y entrega. Mientras adoras, permite que tu corazón se sumerja en la presencia de Dios, buscándolo con ansias y sed de Su amor. Lleva contigo esta sensación de pasión en la adoración a lo largo del día, recordando el fuego que arde en tu interior.

PD: Todos anhelamos un corazón lleno de pasión por Dios, pero sabemos que hay muchas barreras que lo impiden. Con este Plan, tu relación con Dios va mejorar sustancialmente. No demores en suscribirte a nuestro devocional diario Un milagro Cada Día aquí.