Libres por la PalabraMuestra

El poder de la Palabra de Dios no depende de nuestra perfección o de nuestras circunstancias, al contrario, nuestra perfección proviene de la Palabra de Dios y esta misma nos sostiene en medio de las circunstancias.

La Palabra de Dios no puede estar encadenada a nuestro estado emocional o a nuestras condiciones externas. Es el poder de la Palabra de Dios el que nos libera de nuestras cadenas y nos abre las puertas de las prisiones que desean detenernos.

No importa qué tan profunda sea la cárcel en la que te encuentras, la Palabra de Dios no está encadenada a tus errores, tampoco a tus debilidades. Esta es la confianza que tenemos en el Señor: Su Palabra es poderosa para liberarnos y sostenernos en esa libertad.

La Palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que toda espada de dos filos; nos liberta, nos instruye, nos corrige, nos capacita para vivir en verdadera libertad, es decir, conociendo y obedeciendo a Dios por medio de Jesucristo nuestro Salvador.

• Lee el Salmo 119:105 y escribe cómo puede guiarte la Palabra hoy.
• Basándote en este pasaje ora por tu familia, amigos e iglesia.
• Lleva en oración ante Dios la duda, temor o incertidumbre que te esté robando la paz.