Pascua: El cielo sabeMuestra

El cielo sabe lo que necesitas

¿Crees que sabes lo que necesitas? La historia de la Pascua, que es la historia de la resurrección de Jesucristo, es uno de los eventos más significativos y poderosos de la historia humana. Habla de esperanza, redención y nueva vida. A través de los eventos que condujeron a la resurrección, podemos ver que el cielo sabe exactamente lo que necesitamos.

En el evangelio de Mateo, leemos que María Magdalena y la otra María fueron a ver la tumba. La otra María fue probablemente la madre de Santiago y José, mencionados en Mateo 27:56. Fueron después del Sabbath, ya que el primer día de la semana estaba amaneciendo. Cuando se acercaron a la tumba, hubo un violento terremoto y el ángel del Señor descendió del cielo. Su apariencia era como un rayo y su ropa era tan blanca como la nieve. Los guardias estaban tan impresionados por el miedo, que parecían como hombres muertos. Pero el ángel les dijo a las mujeres que no tuvieran miedo. Sabía que estaban buscando a Jesús, quien había sido crucificado. Luego, proclamó las buenas nuevas, que Jesús ya no estaba allí. Él había resucitado.

Este pasaje nos recuerda que el cielo sabe exactamente lo que necesitamos. Podemos pensar que necesitamos comida, agua, refugio y otras cosas materiales para vivir. Si bien estas cosas son importantes, no satisfacen nuestros anhelos más profundos. También necesitamos propósito, paz, alegría y una comunidad de creyentes que puedan animarnos en nuestra fe.

Dios conoce nuestros corazones. Él sabe lo que realmente necesitamos, lo que estamos buscando. Y así como el ángel proclamó las buenas nuevas a las mujeres, Dios proclama buenas nuevas hoy para nosotros.

Podemos tratar de encontrar satisfacción en las cosas de este mundo, como las posesiones materiales, la riqueza o el poder. Pero la verdadera plenitud solo se puede encontrar en una relación profunda y significativa con Jesucristo. Él nos da propósito, paz, gozo y una comunidad de creyentes que pueden animarnos en nuestra fe.

Entonces, mientras viajamos por la vida, centrémonos en Jesús. Busquémoslo con todo nuestro corazón y confiemos en que Él sabe exactamente lo que necesitamos. Y al hacer esto, podemos encontrar esperanza, redención y nueva vida en Él. Él ha resucitado y está vivo. Y esa es la mejor noticia que podríamos recibir.