Doble ÁnimoMuestra

¡Un solo corazón, una sola mente!

El versículo de hoy es de los más chocantes de este pasaje.

El versículo de ayer nos decía que, si no oramos con fe, si dejamos que haya dudas en nuestro corazón en relación a lo que estamos orando, somos como una onda de mar, que es arrastrada por el viento, y echada de una parte a otra.

Es decir, hay un doble ánimo en nosotros, una inestabilidad: un día estamos en un sitio, otro día estamos en otro… Un día creemos que Dios puede todo, al día siguiente no sabemos ni siquiera si Dios nos oye… Ese tipo de inestabilidad, de doble ánimo, es todo lo contrario a la fe.

Mira lo que dice el versículo siguiente: "No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:7).” No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:7). ” No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:7).

¡Wow! Ese doble ánimo, esa falta de fe verdadera, nos impide recibir las cosas que Dios ha preparado para nosotros.

Quizá alguno podría decir: “¡No, pero si yo tengo fe, yo creo en Dios…!”. Pero no tiene nada que ver con creer en Dios. Tiene que ver con creer lo que Dios dice, y aferrarse por la fe a esas promesas concretas que Dios da en Su Palabra. Y eso, al final, se refleja en tus acciones.

Si ahora te dijese que hay una bomba en la sala que va a explotar en 1 minuto, seguramente creerías que estoy bromeando. Pero si realmente te hiciese entender que no es una broma, que estoy seguro de lo que te estoy diciendo, y que ya solo quedan 45 segundos para salvarnos, saldrías corriendo de ese lugar.

Lo que es imposible es que dijeses que me crees, pero que no salieras corriendo: eso demostraría que no me crees realmente.

La fe auténtica siempre lleva a la acción. De hecho, la fe es todo lo contrario a esa inestabilidad, a ese doble ánimo de las tinieblas que nos confunde. Mira lo que dice la Biblia acerca de la fe en el famoso pasaje de Hebreos 11:1

• La fe es la CERTEZA de lo que se espera. Es algo para que ti es cierto: sabes que eso que estás esperando va a llegar
• Es la CONVICCIÓN de lo que no se ve. Estamos convencidos de esa realidad, y de que las promesas de Dios se cumplen, aunque ahora no las veamos aún.

Querido/a amigo/a, ¡ten un solo ánimo, lleno de certeza y convicción en Dios! Levanta con fuerza tu voz en oración en este día, y aférrate a Sus promesas, proclamando las cosas que Él ha preparado para ti.

¡Eres un Milagro!

Christian Misch

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