Fiesta en El DesiertoMuestra

En el desierto comenzó todo

Recuerdo como un día como llegó un pastor a nuestra casa, junto a su esposa, trajeron en sus manos pan y vino para celebrar con nosotros la santa cena. Teníamos mucho tiempo sin ir a una iglesia ya que mi mamá no podía levantarse de la cama (no sabemos cómo llegaron allí, ya que no los conocíamos). Pero desde ese día algo empezó a suceder, estos pastores no dejaban de ir todos los días para orar por mi mamá y por nosotros. Un día mi mamá recobra fuerzas, y asiste a la iglesia de estos pastores, una iglesia pequeña, dentro de una casa, con 30 personas o menos. Y al llegar, lo que más llamó nuestra atención fue ver que necesitaban mucha ayuda en la alabanza, solo contaban con unas hermanas apoyando con un karaoke para alabar a Dios. Sabiendo nosotros que éramos una familia de músicos no dudamos en apoyar y servir con nuestros dones y talentos en ese lugar. Precisamente allí comenzó todo, aún conservamos la primera grabación en vivo de Montesanto, no es un lugar con muchas personas, no es una gran tarima con luces y cámaras, no es una grabación de alta definición, es el teléfono de nuestra mamá, levantada de su silla, grabando su sueño, ver a sus hijos adorar a Dios aun en el proceso más difícil, ver a sus hijos servirle a Dios aun cuando la realidad puede estar golpeando tus pensamientos.

Allí comenzó todo, mi mamá seguía estando enferma e incluso unos meses más tarde la despedimos, marcando nuestras vidas para siempre, pero nos dejó adorando, nos dejó sirviendo. Ese mismo día de su partida sucedió algo que no sabemos explicar, al final de la noche a todos nos salió una risa y un gozo que no podíamos controlar.

Hoy en día miles conocen las canciones que el Señor nos ha permitido llevar a las naciones, pero no conocen que todo comenzó en una pequeña iglesia donde fuimos gracias a la valentía de mi mamá de levantarse de la cama para adorar a Dios.

Hoy no cantamos canciones, hoy ministramos lo que el Señor ha hecho en nosotros. Hoy conocemos a un Dios vivo en la noche más oscura, hoy sabemos que no estamos solos, que no somos huérfanos, que tenemos su Espíritu y que no hay desierto en el cual no podemos celebrar. Hoy reconocemos que el gozo no es un sentimiento que produce nuestra realidad, sino un don del Fruto del Espíritu en nosotros, y en todo momento y en todo tiempo. Tenemos la plena confianza que nuestro Dios es fiel y ha preparado lo mejor para sus hijos.

Así que no te desesperes por lo que estás viviendo, los procesos son necesarios, pero no podemos verlos con miedo o con dudas, el amor de Dios sabe cuidarte y llevar tu vida a tu plena identidad. Él tiene soberanía sobre ti, y todo lo que estás atravesando. En todo Dios tiene propósito, Él está mudando tu vieja naturaleza, tu manera de pensar, aquellas cosas que vienes arrastrando que no son útiles ni forman parte de tu nueva identidad. Deja de ver el desierto como un tiempo de aflicción, deja de ver el desierto como un tiempo malo, un tiempo que quieres atravesar rápido y dale valor a las cosas que Dios hace únicamente cuando estás en el desierto. Haz fiesta en tu desierto…. Queremos ayudarte a crecer en tu relación con Dios, conecta con nosotros a tráves del siguiente enlace: https://www.instagram.com/montesantoficial/