Una unión hecha en el cielo

El amor eterno de la Navidad

El llamado de Dios es diferente para cada uno de todos nosotros. La pregunta es, sea cual sea ese llamado, ¿estamos dispuestos a obedecer—especialmente si implica un gran sacrificio? El llamado de Dios a las vidas de María y José fue una verdadera unión celestial. Su respuesta al llamado de Dios debería inspirar a todos los cristianos en esta Navidad. Eso es lo que vamos a tratar hoy. ¡Comencemos!

Dios eligió a María y José

Para llevar a cabo Su plan, Dios necesitaba que un hombre y una mujer fueran los padres humanos de Jesús, y eligió a María y José. Poco sabemos de ellos antes de ser escogidos, pero el hecho de que Dios los seleccionara nos dice todo lo que necesitamos saber. Es decir, ¿a quién habría escogido Dios para ser los padres terrenales de Su Hijo, sino a una pareja que fuera fiel, cariñosa, obediente y valiente?

Cuando Dios nos llama para Sus propósitos, Él ve quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser cuando le decimos "Sí".

Dios escogió a María

Este reto se convirtió en una elección para María: Desviarse del plan de vida típico de una joven judía habría sido, como mínimo, controvertido. Por supuesto, seguiría siendo esposa, ama de casa y madre, pero de una forma muy distinta. ¿Estaría dispuesta a renunciar a su futuro y caminar hacia el futuro que Dios le revelaría?

Se suele decir que una encrucijada no es lugar para decidir el destino. La elección del destino tiene que ser certera antes del momento de elegir. Entonces, ¿cómo pudo María decir "Sí" en un momento tan breve? Porque ya vivía una vida de sumisión a la voluntad y a los caminos de Dios.

José escogió a María

Cuando un ángel del Señor se le apareció a José en sueños, explicándole por qué y cómo María estaba embarazada, tuvo que elegir. Y eligió a María para tomarla por esposa y criar a Jesús, quien "salvará a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1:21).

Cuando Dios nos llama para Su propósito, decir "Sí" es más fácil cuando permitimos que Sus caminos tengan prioridad sobre los nuestros.

José y María escogieron a Dios

María y José eran una unión hecha en el cielo. Y juntos decidieron obedecer el llamado de Dios a sus vidas. Pero no les resultó fácil: seguir a Dios tiene un costo.

¿Quién es su “pareja”, la misión que Dios tiene para usted? Ya sea un joven cristiano buscando el propósito de Dios para su vida o un creyente maduro ya caminando en su propósito, siempre hay un siguiente paso de obediencia. No espere a la encrucijada; decida ahora que el llamado de Dios siempre será su elección.

Acompáñeme la próxima vez, mientras reflexionemos sobre el Amor expectante de la Navidad.