Hazlo para la gloria de DiosMuestra

Has estado cuidando a tus hijos en una larga noche, has controlado la temperatura de su cuerpo, has estado velando lo que quedaba de la noche.

El amor que Dios nos ha otorgado a la madres es tan fuerte, que en momentos en los que nuestros hijos se encuentran vulnerables nosotras nos mostramos más fuertes que nunca. Esa fuerza no es casualidad, sino que fuimos diseñadas para ser todo lo que nuestros hijos necesitan.

No lo haces murmurando, aunque el cansancio te cobre una factura al día siguiente, lo haces con total entrega y sin buscar nada a cambio.

Esa es la actitud que debemos ejercer en nuestro diario vivir como hijas de Dios. Hacerlo todo con entrega, y sin esperar nada a cambio.

Sabemos que nuestra recompensa viene del Señor, pero no nos enfocamos en las recompensas; sino en tener una actitud que agrade a Dios.

Oración

Señor he tenido el ánimo decaído, las pruebas en esta etapa de mi vida parecen simplemente acumularse. He permitido que el desánimo tome el control de mis pensamientos. Límpiame Jesús con tu sangre. Gracias porque puedo servirte a ti a través de la maternidad. En el nombre de Jesús, amén.