Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Información del Plan

Imitadores De CristoMuestra

Imitadores De Cristo

DÍA 4 DE 5




Transformados

Una de las cosas que más me gustaban cuando ejercía mi labor como maestra de teatro, era ver la transformación de los actores en los personajes que les tocaba representar. En muchas ocasiones, la distancia que había entre unos y otros era muy marcada. Estoy haciendo referencia a las diferencias de edad, de clase social, de creencias, de actitudes, de carácter, de experiencias, de personalidad, etc.

Pasar de ser la persona del actor o la actriz, a ser la persona del personaje demandaba estudio, concentración y talento. Una persona humilde y sencilla podía convertirse en un rey violento y cruel, no solo por el vestuario que llevaba, sino por la excelente actuación que realizaba. Estas transformaciones me satisfacían o no, dependiendo de lo bien o mal que el personaje era logrado por el actor. Para muchos actores esta metamorfosis de una persona real a una imaginaria era más fácil de lograr que para otros.

Era el público, quien dejaba ver con sus reacciones y sus aplausos, si realmente estaba creyendo lo que ocurría en el escenario. El maquillaje, el vestuario, las luces y todo lo que se usaba para crear el ambiente que hiciera creíble la escena eran importantes. Pero de mayor importancia era el alma que ponía el actor en la realización de su personaje.

Esto me lleva a pensar en la diferencia que debe haber entre la persona que éramos antes de que Cristo llegara a nuestras vidas y la que somos ahora que le tenemos. Ya no se trata de fingir o aparentar, tampoco es que se cierra el telón y volvemos a ser quienes éramos como ocurre con el actor cuando termina su actuación. Es mucho más profundo y relevante, se trata de un viejo hombre que ha debido morir para ser resucitado a una vida nueva en Cristo.

En Efesios 4:22 leemos: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre.” Este es el llamado a una transformación de nuestra persona que nos lleva a una nueva manera de pensar y de vivir. El apóstol Pablo sigue diciendo: “Y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” 4:23-24

Para ello no necesitamos de capacidades histriónicas, de talento, de vestuarios y maquillaje. Para ser nuevas personas necesitamos la obra del Espíritu Santo en nosotros, una obra que comienza abriendo nuestro entendimiento para que creamos en el sacrificio de Jesús por nosotros en la cruz y que se va completando con la humildad y la sumisión de nuestras almas ante la obra transformadora del Espíritu en nosotros. Sólo de esa forma podremos ser imitadores de Cristo.

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

Imitadores De Cristo

¿Es posible que podamos imitar a Cristo? ¿No estaremos siendo arrogantes ante tal pretensión? Nuestra humanidad es tan evidente que pensar en el hecho de que podemos ser imitadores de Cristo pareciera un sueño inalcanzab...

More

Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://facebook.com/grettchen.figueroa

YouVersion utiliza cookies para personalizar su experiencia. Al usar nuestro sitio web, acepta nuestro uso de cookies como se describe en nuestra Política de privacidad