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La gracia de Dios en nuestras vidasMuestra

La gracia de Dios en nuestras vidas

DÍA 3 DE 7





LA GRACIA DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS

Tema de hoy:

3. Vivir en gratitud por la gracia que nos sostiene cada día.

Había una vez un niño llamado Arthur, quien vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Arthur provenía de una familia humilde que afrontaban muchas dificultades económicas. Su padre trabajaba largas horas como obrero, mientras que su madre se ocupaba de las tareas del hogar y cuidaba de Arthur y su hermana Marjorie. A pesar de las limitaciones, Arthur siempre llevaba consigo una sonrisa en el rostro y un corazón lleno de gratitud.

Un día mientras caminaba hacia la escuela, Arthur encontró unas monedas en el suelo. Era una mediana suma de dinero pero para él significaba mucho. Con entusiasmo decidió guardarlas en su bolsillo y se preguntaba qué se compraría. En su cabeza hacía planes, dibujaba en su mente aquella bicicleta azul, los zapatos que tanto quería, aquel carrito rojo con llantas blancas que tenía su compañero de clase.. y más.

En la escuela, el profesor hablaba a los alumnos sobre la importancia de la gratitud y cómo debemos apreciar las bendiciones que tenemos en nuestras vidas. Arthur escuchaba atentamente y su mente se llenó de pensamientos sobre todas las cosas por las que podía estar agradecido a pesar de las dificultades económicas que su familia enfrentaba.

Al regresar a casa, Arthur dejó de lado "aquellas compras en las que pensaba" y decidió compartir aquel hallazgo con su madre. Con una sonrisa en su rostro le entregó las monedas y le dijo: "Mamá, quiero que uses esto para comprar algo especial para toda la familia y además quiero agradecerte por todo lo que haces por nosotros". Los ojos de su madre se llenaron de lágrimas de alegría mientras llenaba de besos y abrazos al pequeño Arthur.

Esta pequeña historia nos recuerda la importancia de vivir en gratitud por la gracia que nos sostiene cada día. Aunque puedan existir dificultades y limitaciones en nuestras vidas, siempre hay algo por lo que podemos estar agradecidos. La gratitud nos permite valorar las bendiciones que recibimos, grandes o pequeñas, y nos ayuda a mantener un corazón abierto y receptivo a la gracia de Dios.

La Biblia nos enseña en Filipenses 4:6: "No se preocupen por nada, más bien pídanle al Señor lo que necesiten y agradézcanle siempre". También en 1 Tesalonicenses 5:18 nos insta a dar gracias en toda circunstancia, reconociendo que la voluntad de Dios es buena.

Cuando vivimos en gratitud, nuestro enfoque cambia de las dificultades hacia las bendiciones. Reconocemos el amor y la bondad de Dios en nuestras vidas y nos volvemos conscientes de que su gracia nos sostiene cada día. La gratitud nos llena de paz y nos ayuda a encontrar gozo en medio de las pruebas.

Hoy te animo a tomar un momento para reflexionar sobre las bendiciones en tu vida. Agradece a Dios por cada una de ellas, grandes y pequeñas. Permítele que tu corazón se llene de gratitud y que esa gratitud se refleje en tus acciones y actitudes hacia los demás. Que vivas en la certeza de que la gracia de Dios te sostiene y te fortalece en cada paso del camino.

Oremos juntos: Padre Celestial, te agradecemos por tu gracia que nos sostiene y nos da fuerzas cada día. Reconocemos que, a pesar de las dificultades y limitaciones que podamos enfrentar, Tú tienes el control, Tú estás con nosotros extendiendo tu amor y misericordia sobre nuestras vidas.

Te agradecemos por las bendiciones que nos rodean, por la salud, por los alimentos, por el techo sobre nuestras cabezas y por el amor de nuestras familias y amigos. Nos maravillamos de tu fidelidad constante y de cómo suples nuestras necesidades en medio de la escasez.

Señor, ayúdanos a vivir en gratitud en todo momento. Que nuestra gratitud no sea condicional, sino que brote de un corazón sincero y agradecido. Permítenos ver las bendiciones en las cosas más simples de la vida y valorar cada momento que nos regalas. En tu Palabra encontramos momentos de aliento y recordatorios constantes de tu gracia y amor.

Que nuestra gratitud sea contagiosa, que podamos compartir el amor y la bondad que hemos recibido de ti con aquellos que nos rodean. Ayúdanos a ser instrumentos de tu gracia restauradora sanando las heridas del pasado y trayendo esperanza a los corazones necesitados.

En medio de las pruebas y dificultades, te pedimos que nos ayudes a recordar tu gracia sustentadora. Que podamos confiar en tu provisión y en tu poder para guiarnos y fortalecernos en cada paso del camino. Danos la sabiduría y la humildad para reconocer que todo lo que tenemos viene de ti.

Te damos gracias Padre, por tu gracia abundante que nos sostiene y nos permite vivir en plenitud. Que nuestra vida sea un testimonio de tu amor y gracia, y que podamos llevar esperanza y consuelo a aquellos que nos rodean. En el precioso nombre de Jesús, decimos, amén.

Continuaremos mañana con el tema "La gracia redentora: un camino de reconciliación con Dios y con otros".

Que tengas un día lleno de gratitud y bendiciones.

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Acerca de este Plan

La gracia de Dios en nuestras vidas

La gracia de Dios es un don gratuito e inmerecido que nos llena de esperanza, perdón, sanidad y propósito. A través de historias impactantes y relatos bíblicos, este devocional nos invita a descubrir la gracia de Dios en...

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Nos gustaría agradecer a Claudio F. Renzo (Embajadores de Paz) por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://embajadoresdepaz.info/

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