Conforme al Corazón de DiosMuestra

Un corazón conforme al corazón de Dios (Parte I)

David es uno de los personajes más conocidos de la Biblia. Pero ¿qué dice Dios sobre él?

¿Por qué Dios lo llamó así? ¿Será por su talento musical o sus oraciones o la pasión por su presencia? ¿Qué hizo David?

1. David era un verdadero adorador

Como era el menor de los hijos y debía cuidar a las ovejas de su padre, pasaba largos periodos

solo con los animales. Allí aprendió a tener amistad con Dios, a compartir sus vivencias con Él y

a esperar en Él.

Rick Warren (autor de “Una vida con propósito”), dice que “adoramos a Dios cuando disfrutamos

de su compañía. La adoración es un estilo de vida que implica gozar de Dios, amarlo y entregarle

nuestra vida para que la use de acuerdo con sus propósitos” (Día 7).

La adoración no es un acontecimiento. Es una actitud ininterrumpida, es estar en comunión

constante con Dios, es hacerlo todo para Él (Día 11).

David conversaba mucho con Dios, pero de una manera sincera. En los salmos encontramos los

sentimientos de enojo, frustración, alegría, etc. de David declarados sin tapujos.

TALLER DE VIDA

1. ¿Eres amigo de Dios? ¿Disfrutas de su compañía? ¿Gozas mientras pasas tiempo con Él?

2. ¿Le entregaste tu vida al Se ñor para que la use de acuerdo con sus propósitos? ¿A qué

renunciaste?

3. ¿Es posible estar en comunión constante con Dios todo el día? ¿Y qué pasa con los quehaceres

cotidianos?

4. Según el Pr. Warren adoración es hacerlo todo para Él (1 Corintios 10:31). ¿Adoras al Señor

mientras atiendes a tu familia, estudias o trabajas?

5. ¿Eres sincero con Dios? ¿Eres transparente? ¿Le cuentas todos tus sentimientos?

6. Lee Hebreos 4:13, Mateo 10:26, Lucas 5:22, Salmo 139:4. Después anota algunas razones por

las cuales debes ser auténtico con el Señor.

ORACIÓN

· Para que reconozcamos a Dios en toda circunstancia y tiempo.

· Para que los cristianos tengamos conciencia que el Señor siempre está con nosotros.

2. David consultaba con Dios antes de actuar

David era perseguido por un Saúl incansable y lleno de odio. Su vida, y la de todos sus hombres, corría peligro. En medio de esa situación se enteró que los filisteos estaban atacando la ciudad de Keila y le preguntó al Señor si debía enfrentarlos. Es que David dejó de pensar en sus propios problemas y se preocupó por los israelitas que se quedaban sin granos.

Dios le respondió positivamente. Pero los hombres a los que David dirigía no estaban conformes con buscar una batalla porque tenían temor. Entonces, de nuevo, David le preguntó al Señor. Y Él,en su misericordia, le confirmó su orden y le anunció éxito. Mas ésta no fue la única ocasión en que David buscó el consejo de Dios. Veamos:

(1 Samuel 23:10-12 RV60)( Samuel 30:8 RV60) (2 Samuel 2:1 RV60) (2 Samuel 5:19 RV60) (Samuel 21:1 RV60)

David tenía la buena costumbre de conversar con su Señor y preguntarle su parecer. Es que él reconocía su necesidad de dirección divina. Quizá por eso escribió:

(Salmo 25:4-5 NVI) (Salmo 37:23 RV60)

En definitiva, todos necesitamos del Señor para enfrentar los problemas de cada día y tomar las

mejores decisiones. Como dijo el salmista:

(Salmo 43:3 RV60)

Si así lo hacemos, y si a Dios le place, Él mismo compartirá sus secretos con algunos de nosotros:

(Amos 3:7 RV60)

TALLER DE VIDA

1. ¿Le preguntaste algo al Señor y cuando Él te respondió no obedeciste de inmediato porque

alguien te desanimó? En esa situación, ¿volviste a consultar con tu Padre celestial?

2. ¿Dejaste de pensar en tus propios problemas y te preocupaste por los demás? Entonces, ¿qué

ocurrió?

3. ¿Fuiste advertido de algún peligro por Dios? ¿Qué hiciste?

4. A la hora de tomar decisiones de destino (como elegir una carrera u oficio, escoger una pareja,

trasladarse de ciudad, etc.), ¿consultaste con el Señor? ¿Cuánto tiempo oraste? ¿Cómo te

respondió Él?

5. Como David, diariamente, ¿reconoces tu necesidad de dirección divina? En la práctica, ¿qué

material de consulta te regaló Dios para vencer tus desafíos?

ORACIÓN

· Para que los cristianos tengamos el hábito de hablar con el Señor, de preguntarle su parecer sobre los temas que nos preocupan y, sobre todo, de obedecerle.

· Para que la Biblia sea nuestra guía permanente de vida.