¿Cómo encontrar la paz?Muestra

Jesús calma la tempestad. Jesús reprendió al viento y las olas que provocaban que la atmósfera se oscurezca, la vista se nuble y el temor se apodere de los discípulos. Jesús trajo paz, porque Él es la Paz. Cuando Jesús se manifiesta, la Paz se hace presente. Debemos invitar a Jesús a cada área de nuestra vida para experimentar su Paz.

Cuando alguien está lleno de Jesús, también está lleno de Paz. Esto se nota, se siente y hasta se percibe. Como Jesús es la paz, el que tiene a Jesús tiene esa paz y se transforma en alguien que tiene seguridad, quietud y fortaleza aun en medio de las mayores crisis. Debemos ser portadores de paz a dondequiera que vayamos, sin importar si las personas que nos rodean la quieren recibir o no.

El mundo en el que estaba Jesús no tenía tormentas, porque Él era la Paz. Siempre creamos un mundo alrededor de nosotros semejante a nuestro mundo interior. Si estamos llenos de temor, crearemos un mundo exterior de temor. Si estamos llenos de enojo, crearemos una atmósfera de enojo. Si estamos llenos de resentimiento, crearemos un mundo exterior de resentimiento. Así funciona, terminamos sacando afuera lo que tenemos adentro y así lo trasladamos a nuestro mundo exterior. Jesús dijo que si creemos en Él, de nuestro interior correrán ríos de agua viva. Ríos de paz que nos llenan de amor, fe, gozo. Cuando estamos en armonía con Jesús, puede haber en nosotros Paz. Para cambiar lo que nos rodea, primero tenemos que cambiar adentro. Para cambiar lo que nos rodea primero tenemos que cambiar nosotros.