Yugo desigualMuestra

No te metas en el camino de Dios

Contenido devocional:

Sin lugar a dudas Dios busca diariamente a tu cónyuge. Él tiene un plan. Lo más probable es que seas parte de ese plan, pero no te metas en Su camino.

Ni Kristi ni Matt eran cristianos cuando se casaron a los veinticinco años. No era que estuvieran en contra de la iglesia. Nunca vieron la necesidad de hacerlo. Su vida era bastante despreocupada. Ambos tenían buenos trabajos y aceptaron esperar para tener hijos.

Matt estaba fuera de la ciudad cuando el compañero de cuarto de la universidad de Kristi vino a visitarlo por un fin de semana. Allison y Kristi se mantuvieron en contacto, pero su amistad se había vuelto más distante en el último par de años. Kristi estaba deseando ponerse al día. Desde la primera noche que llegó Allison, Kristi notó algo diferente. Allison había cambiado. ¡Incluso trajo una Biblia con ella! Kristi tenía curiosidad, y Allison estaba dispuesta a compartir. Para el domingo por la mañana estaban buscando una iglesia a la que asistir, y por la tarde la vida de Kristi cambió para siempre.

Kristi compartió su experiencia con Matt con entusiasmo, pero él fue bastante frío. Ella deseaba mucho que conociera a Jesús, así que le hablaba de Él todo el tiempo y lo llevó a la iglesia. Un fin de semana ella literalmente le "predicó" las veinticuatro horas del día. Ella no podía entender qué estaba mal con Matt. Se alejaba cada vez más de Dios.

Kristi habló con Allison y aprendió que se estaba interponiendo en el camino de Dios. Dios tenía un plan para Matt y estaba atrayéndolo hacia Él. Ciertamente su conversión sería un plus en su matrimonio, pero Matt no iba a Jesús de la misma manera que ella. Finalmente siguiendo el consejo de Allison, Kristi se echó atrás. Estaba claro que su función era orar y quitarse del camino de Dios.

El desafío de hoy:

¿Te estás metiendo en el camino de Dios? Si es así, ¿dónde necesitas retroceder y confiar en Él?

Profundizando:

Cuando alguien acepta a Jesús como su Salvador, hay regocijo en el cielo. En nuestra iglesia, aplaudimos fuerte. La emoción es contagiosa, y queremos que todos los que amamos tengan esa experiencia. Piensa en lo que funcionó cuando viniste a Jesús. ¿Qué te habría alejado? Mientras buscas compartir tu fe, busca en oración la sabiduría de Dios. Mantente un paso detrás de Dios cuando tu tendencia será dar un paso adelante. Confía en Él en el proceso.