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Contagio espiritual (2) DorcasMuestra

Contagio espiritual (2) Dorcas

DÍA 2 DE 3

Una persona de bien

Dorcas no solo era una persona agradable por el significado de su nombre, sino que efectivamente se dedicaba a hacer buenas obras. Esto concuerda con el mensaje bíblico que dice: “Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta” (Santiago 2:17).

Algunos opinan, basándose en el pasaje 39 que dice que todas las viudas se presentaron, que es probable que Dorcas haya sido una viuda también. Solo Dios sabe. Pero es una suposición más que válida. Posiblemente, Dorcas ha sido una viuda que confeccionaba túnicas y otros vestidos junto a otras viudas, y a través de la ganancia que generaban las ventas, haya ayudado a los pobres. En fin, todo lo que se sabe de Dorcas es que ha sido una persona de bien. Todo lo que se habla de ella es positivo.

No es una cuestión de género

Lucas, el autor de Hechos, presenta a Dorcas como una mathétria, es decir, una discípula. Dicen los expertos que es la primera y única vez que el Nuevo Testamento asocia este término con el género femenino. Está claro que Dorcas no fue uno de los 12 discípulos, pero podemos leer entre líneas cuando el Apóstol Pedro se dirigió desde Lida, que vendría a ser una distancia de 18 kilómetros, que Dorcas fue una figura muy importante en la época de la Iglesia Primitiva.

Alguna vez, escuché por ahí que un discípulo de Cristo no podía ser mujer por el simple hecho de su género. El argumento era que ninguno de los 12 discípulos de Jesús eran mujeres. Pero pongámonos en contexto. Jesús no excluyó a las mujeres en su ministerio, sino todo lo contrario, las honró.

Así como la gran mayoría de creyentes opina al respecto, Jesús escogió a discípulos varones por una cuestión de contexto. Es decir, en la idiosincrasia cultural greco-romana de hace 2 mil años, se aceptaba ampliamente el ministerio del hombre, no tanto así el de la mujer. Recordemos que era una época en el que los propios judíos agradecían a Dios diciendo: “Dios, gracias porque no me has hecho gentil, esclavo ni mujer”. Así que está todo dicho. Según mi modo de ver las cosas, fue una cuestión en términos de efectividad con relación al evangelismo para un período muy particular. De ahí tomarlo como una norma, hay una gran diferencia.

De modo tal que buscar un fundamento bíblico para discriminar al género femenino es absolutamente parcial, subjetivo y erróneo. Lo mismo sucedería si fuera al revés, pues en el reino de los cielos hay hombres y mujeres por igual. “Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús” (Gálatas 3:26-28).

Es una cuestión de dones

Entonces, ¿qué? No es una cuestión de género, sino de dones ministeriales. En 1 Corintios, capítulo 12, el Apóstol Pablo nos presenta una gran variedad de dones. Pero esto no es todo. Romanos 12 también enumera algunos dones que son de provecho para el cuerpo de Cristo. El Apóstol Pedro también menciona en su primera epístola, capítulo 4, versículos 9 al 11, un par de dones. Con respecto al liderazgo, el Apóstol Pablo hace mención de más dones ministeriales en Efesios 4:11.

En ninguna de estas listas, se aclara que ciertos dones están reservados a los hombres, o que ciertos ministerios son exclusivos de las mujeres. Definitivamente, no hay nada de eso. Otra vez. No es una cuestión de género, sino de dones.

Me gustaría desafiarla en este mismo instante a que se quite las lentes del género, que no vea más el mundo con el “encuadre” de hombre o mujer, y que se ponga las lentes de los dones ministeriales. Cuando haga esto, se dará cuenta de la urgencia que existe, pues hay un reino que atender. No podemos quedarnos atadas en el pasado cuyas discusiones no nos conducen a ningún horizonte, ni mucho menos son capaces de brindar una solución, sino posar la mirada en el futuro a fin de ser una herramienta útil en la extensión del reino de los cielos en esa condición tal como Dios la creó, una hermosa mujer. Ahora, ¡a contagiar a otras para que hagan despertar esos dones y ponerlos al servicio del reino!

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Contagio espiritual (2) Dorcas

Dorcas, una discípula de buenas obras, contagió a todo su alrededor con el mensaje del Evangelio. Luego de este plan junto a la pastora Sonia Shim, usted se convertirá en la Dorcas de esta generación.

Nos gustaría agradecer a La mujer influencer por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://libreriapeniel.com/producto/contagio-espiritual/

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