Una Gran HistoriaMuestra

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La promesa del reino de Dios.

Recuerda que Dios nos creó “a su imagen”. Tenemos un propósito, un diseño, un orden.
El día que Adán y Eva se rebelaron en contra del reinado de Dios para formar su propio reino comiendo del fruto prohibido, Dios anunció que su reino seguía en pie. Nada cambiaría la voluntad inamovible de Dios. Velo tú mismo en Génesis 3:21: “El SEÑOR DIOS hizo vestiduras de piel para Adán y su mujer, y los vistió”. ¿Cómo que los vistió de pieles de animales? ¿Qué importancia tiene este evento para la historia de la humanidad? Demasiada. El hecho que Dios los haya vestido de “pieles de animales” quiere decir que el día que Adán y Eva desobedecieron, sí hubo muerte, pero no como esperaríamos. Ese día los culpables no murieron. Ese día los inocentes tomaron su lugar. Animales inocentes perdieron su vida por dársela a Adán y Eva. ¿Por qué? Porque no hay otra manera. El inocente tiene que darse por el culpable. En el ámbito espiritual el pecador siempre es culpable y no hay nada que pueda hacer para borrar esa culpabilidad. ¿Has intentado “portarte bien” por largos periodos de tiempo? ¿Has tratado de ya no enojarte con tus padres o esposo? ¿Qué tanto dura tu intento? El punto es éste: somos pecadores. Y cuando Dios vistió de pieles de animales a Adán y Eva, estaba apuntándonos a una parte futura de esta increíble historia.

En su momento sería revelada, pero permíteme susurrarlo muy rápidamente: Jesús, el inocente, moriría por el culpable. ¿Puedes ver cómo la Biblia es una historia? No solo una historia, sino la historia magistral del rescate del ser humano.

Reflexiona: Cuando Dios vistió de pieles de animales a Adán y Eva, ¿a qué nos estaba apuntando esa acción?