BASTA DE ANSIEDADMuestra

DÍA TRES: CUIDADOS POR DIOS

Leí un artículo escrito por la psicóloga Celia Antonini, donde habla de avances y descubrimientos de la neurociencia; afirmando que “El cerebro, para garantizar la supervivencia, realiza anticipaciones negativas y, a su vez, se nutre de lo negativo que ya le haya pasado. Su inclinación hacia la negatividad hace que para nosotros sea normal valorar más lo negativo que lo positivo y, de esa forma, lo malo se presenta con más fuerza y poder que lo bueno”. Fuimos creados para vivir con el desafío de saber en qué cosas pensar y en cuáles no, tal como lo dice Pablo en Filipenses 4:8 y esto determinará cuál efecto hará a nuestro corazón. Ahora, veamos que Dios nos deja a la vista el secreto de cómo definitivamente resolver el problema de la ansiedad. Como venimos viendo, es una cadena formada por eslabones como los temores nacidos de pensamientos negativos que nos afectan el alma al punto de movilizar todo nuestro ser a la preocupación y, ya en esta instancia, la ansiedad comienza a tomar control de nuestra vida llevándonos al estrés, a los ataques de pánico, pensamientos de muerte, etc.

Ahora, veamos que Dios, como creador, sabe lo que nosotros necesitamos y, por eso, primero nos dice que esa ansiedad se la demos a Él en oración y que nos ocupemos de los problemas que tenemos cada día. Pero, deja bien en claro dónde radica el génesis de todo esto, y es la falta de confianza en Él.

El versículo de 1 Pedro 5:7 dice en su última parte: “…porque él tiene cuidado de vosotros”. Muchos no sueltan la ansiedad de su corazón debido a que no saben por qué deben hacerlo, y la respuesta es simple y sencilla: PORQUE DIOS CUIDA DE NOSOTROS. Es necesario arraigarnos a esta verdad, la cual dice que el Creador de todo el universo, el que nos formó, el que todo lo sabe, el que es Todopoderoso, el que está en todos lados a la vez, el que nos amó, ama y amará prometió estar con nosotros hasta el fin del mundo. Sí, ese mismo Dios es el que nos dice: “YO TE CUIDO”.

Solemos caer en ansiedad porque nos sentimos desprotegidos y desconfiamos, despertando así el temor sobre nuestro presente y futuro.

Querido lector, no estás solo en esta vida. Recuerda que nada podrá separarte del amor de Dios que es en Cristo Jesús (Romanos 8:35-39), y que Dios te cuida como nadie lo hizo, ni hará (Mateo 6:25-34).

Antes de cerrar este día, me surge esta pregunta: ¿Cómo tener seguridad de que estoy cuidado por Dios? Y, Colosenses 3:3b dice: “… y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”. ¡Aleluya! ¡Qué maravillosa noticia! Hace muchos años, un pastor me ayudó a comprender esto con el ejemplo de una naranja, diciéndome:“Jorge, Dios es la cáscara de la fruta, Cristo la pulpa y vos la semilla; por tanto, nada llegará a vos sin que antes pase por la cáscara y la pulpa y; si así ocurre, es porque el que te guarda lo permite para hacerte crecer”. Oremos a Dios.

Oración: Bendito Dios, te alabo por tu amor y cuidado. Recibo luz en tu palabra y declaro, en fe que, nada me separa de tu amor y cuidado; y que en ti estoy seguro. Hoy, te entrego mis cargas, mis miedos, mi pasado, presente y futuro sabiendo que tú recibes esa ansiedad porque cuidas de mí. En el nombre de Jesús, amén.