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Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Con frecuencia me encuentro con personas que ni siquiera saben cuál es el primer mandamiento, pero más difícil es hallar a seguidores de cristo de diferentes denominaciones, que no saben las 3 connotaciones y lo que implica amar al Señor con todo nuestro ser, por eso en este plan, veremos como DIOS dice que lo amemos.

El Señor establece que lo amemos con todo el corazón, porque de él mana la vida y nos invita a guardarlo sobre toda cosa. ¿Por qué? Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que nos contaminan y nos apartan del Señor. Por eso el salmista le decía al Señor: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. Porque tendemos a desviarnos constantemente, Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo? Solo el Señor, el que sondea el corazón y examina los pensamientos para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras.

Pero si tú haces una encuesta en la actualidad, veras que todos aman al Señor, incluso te dirán que su corazón le pertenece a DIOS. Asimismo exhibirán su fe en Redes Sociales, perfiles y hasta en los estados de WhatsApp. Sin embargo al chequear su vida con la luz de la palabra de DIOS, se cumple este versículo: “Este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí ”.

Referente a este versículo, es un poco fuerte y observamos que no somos muy diferentes a los antiguos, pecamos igual o incluso hasta más. A pesar de que ellos tenían una ley de 613 mandamientos y los conocían a perfección y el temor hacia DIOS, era solo un mandamiento de hombre que se le había enseñado.

De igual forma, en aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a Él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?». Jesús le respondió: «Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, uno es. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas».

Se podría decir que el Señor resumió una ley entera en 2 mandamientos. No obstante la Biblia tiene 54 versículos que habla referente al corazón. En conclusión podemos encontrar en el sermón de la montaña a Jesús diciendo: Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

¿Qué tesoro de este mundo le está quitando el primer lugar a tu relación con el Señor?

Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón, y si definitivamente algo o alguien le está quitando el puesto al Señor debes decirle al DIOS que escudriñe tu corazón y saque lo que Él no sembró. Y culminamos este día, con esta hermosa promesa: “Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad, Átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y del hombre”.