Abuso espiritual, el infiltrado, sé libreMuestra

Introducción

Es una triste realidad tener que escribir acerca de un flagelo que no debería presentarse en el cuerpo de Cristo, en Su iglesia. Sin embargo, es necesario que abramos los ojos y estemos alertas, cimentados en la Verdad que nos da la libertad para andar y vivir en la autoridad y el poder que se nos ha dado como hijos de Dios, a través de Jesucristo.

El abuso espiritual es un monstruo silencioso, un infiltrado que causa estragos en la iglesia de Cristo y que pocas veces es identificado y atacado acorde a la Palabra; sobre todo, cuando las víctimas han dejado apagar el discernimiento espiritual y se sienten confundidas y sin fuerzas para poder enfrentarlo y derribarlo.

Nuestro Padre permitió que escribiera este Plan con tres propósitos: el primero, que quienes hoy están siendo víctimas de abuso espiritual, puedan sentirse tranquilos; Él no los dejará solos. La Palabra revelada en este Plan dará claridad de lo que están viviendo y del propósito que Dios puede llevar a cabo para Su gloria, incluso a través de esa situación. En Cristo Jesús, todo nos obra para bien, todo puede ser usado por Dios para nuestro beneficio espiritual; ya entenderán lo que quiero decir con esto. El segundo propósito de este Plan es que, a través de la verdad revelada por la Palabra, las personas que han sufrido abuso espiritual puedan encontrar el camino que traza el poder de la Palabra hacia la libertad, el perdón y la sanidad que los reafirmará en la voluntad de Dios y en Sus propósitos. El tercer propósito es que, como hijos de Dios, independientemente del rol que ocupemos dentro del cuerpo de Cristo, podamos reconocer si en algún momento hemos ejercido consciente e inconscientemente el pecado del abuso espiritual y vayamos al arrepentimiento a través de la gracia que encontramos al confesar nuestros pecados ante nuestro Padre, teniendo la certeza de que gracias a Jesús, Él jamás rechazará nuestro corazón contrito y humillado.