Creciendo en La Palabra a Través De La LecturaMuestra

LA MEDITACIÓN BÍBLICA NOS AYUDA A PENSAR, A DISCERNIR NUESTRO CORAZÓN PARA PONER POR OBRA LA PALABRA A PARTIR DEL AMOR POR DIOS.

Recuerdo que un día que me encontraba en una capacitación acerca del abuso sexual impartida por una trabajadora social. Ella no era cristiana. Sin embargo, dijo algo que nunca olvidé y Dios usó para enseñarme la importancia de meditar. Ella dijo: “Los seres humanos somos reactivos más que reflexivos. Lo cierto es que no pensamos. No usamos la cabeza, sino solo el corazón”. Mucho podríamos decir sobre esto, pero lo que deseo que recuerdes es que: meditar es pensar.

En ese momento, dejé de escuchar todo lo que decía. Pensé: tiene razón. Las personas sabemos mucho de la Biblia pero no meditamos lo que dice. No le hacemos preguntas a la Biblia, no la escudriñamos para comprenderla y hacerla viva en nuestros corazones, para que transforme nuestra mente y corazón. Nos habituamos a realizar muchas tareas de forma mecánica o por tradición. Nos ordenamos para lo que culturalmente se debe hacer, pero rara vez nos detenemos a pensar por qué lo hacemos y qué implica hacer o no hacer esto o lo otro.

Si tan solo meditáramos en los pasajes de la Biblia, pensaríamos mejor. Dejaríamos de ser mecánicas con un lenguaje cristianizado, para actuar como verdaderas hijas de Dios que pueden dar razón de su esperanza a cualquiera que la pida (1 Pe 3:15). No cabe duda que la cultura nos enseña a no pensar, sino a juzgar. Nuestro corazón, que se cree mejor que otros, también ve primero la paja del otro que nuestra viga.

Este devocional, querida hermana, pretende que medites. Medita en por qué no has leído la Biblia, y si la lees, examina qué evidencias hay en tu forma de hablar, actuar y decidir, de sentir y de accionar a partir de tu lectura bíblica. Meditar significa, en lenguaje coloquial, masticar lentamente. Lee un pasaje completo de las Escrituras, o una historia, medita en ella durante el día, ora al Espíritu Santo que te enseñe cómo aplicarla para que puedas unirte a la alabanza del salmista: ¡Cuánto amo tu ley!

APRENDE, VIVE, LIDERA

• Aprende: ¿Qué es la meditación bíblica?
• Vive: Lee el Salmo 19:7-14. Subraya las características de la Palabra de Dios. Luego, escribe el resultado de cada característica en torno a ti (v 7-10). Por último, escribe cuáles son los beneficios de esa Palabra (v 12-14, especialmente, cuál es el resultado de todos los versículos anteriores al leer el versículo 14.
• Lidera: Mientras estás leyendo este devocional con otra amiga, o varias amigas, decidan juntas meditar y memorizar uno o dos versículos sobre el pasaje que están leyendo o de las verdades que desean no olvidar. ¡Ayúdense a perseverar!

ORACIÓN

Señor, te damos gracias porque podemos meditar en la Palabra de Dios. Gracias porque nos has dado mentes para pensar y meditar en tu Palabra de manera que podamos responder a las situaciones de la vida como personas reflexivas y no reactivas. Perdónanos por no meditar en ella cuando tu Palabra nos invita a hacerlo. Ayúdanos a seguir adelante y ser transformadas por tu Espíritu a través de la meditación de las Escrituras. En el nombre de Jesús, amén.