Serie Armadura: Episodio 4 FeMuestra

DARDOS DE FUEGO

Tomar el escudo de la fe. Sepamos que había en la época que nos relata Pablo distintos tipos de escudo, por ejemplo había uno de pequeño tamaño, casi siempre atado al antebrazo derecho, de forma redonda que era utilizado por los soldados en las luchas cuerpo a cuerpo. Pero en esta ocasión no nos habla de este escudo sino de otro, en griego thureon y que era un escudo de unos cuarenta centímetros de ancho por unos 140 de alto; era de madera gruesa recubierta en metal por delante y muchas veces inclusive con piel de animal. Las flechas encendidas con fuego que eran arrojadas por el enemigo golpeaban en el metal y caían o entraban en esa piel, y como estas estaban tratadas con aceite, se apagaban sin lograr su dañino propósito.

Pero, ¿para que sirve ese escudo? Versículo 16: “Con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno"; y ¿qué son los dardos de fuego? Son simplemente las tentaciones que nos seducen y engañan. Satanás dispara una artillería de flechas encendidas de impureza, de egoísmo, dudas, temores, rencores, desánimos, lujurias, desordenes de todo tipo con el objetivo de desagradar a Dios y así tomar terreno a su favor en medio de nuestro pecado. No siempre tendremos lluvias de tentaciones y persecuciones, y por eso necesitamos tomar este escudo, para cubrirnos en los momentos en que sí enfrentamos ese tipo de ataques.

Oración: Padre las tentaciones no siempre vienen a mí con la misma frecuencia e intensidad, pero reconozco que he sido muchas veces dañado por estas saetas repentinas que me fueron lanzadas y no tome el escudo para protegerme y resistir. En este día frente a la luz de Tu Palabra comprendo que estoy comprometido a asirme fuerte de la fe para apagar estos engaños del enemigo y que Tu Espíritu Santo opera en mí como el aceite de las pieles que apagaba el fuego destructor. En el nombre de Jesús, amén.