Encuentros con el Hijo de DiosMuestra

Jesús es suficiente

Natanael vino a Jesús y fue un caso interesante. El relato bíblico no nos dice mucho sobre él, pero creo que bien podría decirse que era un sujeto lleno de prejuicios como cualquier otro hombre de la calle.

Cuando Felipe le dijo que los discípulos habían encontrado al Mesías del que hablaba el Antiguo Testamento, Natanael dio su cínica respuesta: «¿De Nazaret puede salir algo de bueno?» (Juan 1:46).

Verás, Natanael era un hombre sencillo y simple que vivía día a día, pero vivía bajo la sombra de su humanidad y no conseguía que saliera el sol.

Sin embargo, cuando se acercó a Jesús y descubrió que Él ya lo conocía mejor de lo que se conocía a sí mismo, de repente se encontró con la radiante luz del sol y le confesó: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel» (1:49).

A decir verdad, el camino del hombre no está en sí mismo, y eso es lo que dice el Espíritu Santo. Solo Jesucristo, el Hijo eterno, es suficiente.

Oración

Señor Cristo, ¡tú eres suficiente! Me conoces por completo, más de lo que nadie podría hacerlo jamás, y conoces todas mis necesidades. Te busco para todo lo que necesito. Amén.

Continúa adorando junto a Tozer con el resto de sus meditaciones acerca de la Trinidad: Encuentros con el Dios Todopoderoso y Encuentros con el Espíritu Santo. Dios permita que cada página de este libro llene tu corazón y eleve tu adoración.

«Dondequiera que la fe tenga ojos para ver, hay una presencia sonriente del Hijo de Dios».

A. W. Tozer

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