[Guerra invisible] La guerra es realMuestra

Conoce a tu enemigo

Vemos la evidencia bíblica de la realidad de Satanás en muchos lugares. Se nos introduce en Génesis 3:1 donde dice: «La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que preguntó a la mujer: ¿Conque Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?».

En Apocalipsis 12:9 podemos leer: «Así fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás que engaña al mundo entero. Junto con sus ángeles, fue arrojado a la tierra». Muchas personas todavía se imaginan a Satanás en el infierno. Pero ¿dónde está ahora, según las Escrituras? Fue arrojado a la Tierra. Sus ángeles fueron arrojados con él, los ángeles caídos. A ellos los llamamos demonios.

Algunos en la multitud en la escena escrita en Lucas 11:15, donde Jesús echó fuera un demonio, no creían que Jesús era el Mesías. Sin embargo, creían en Satanás y sus demonios, incluso identificándolo como el príncipe de los demonios. Al igual que ellos, algunas personas hoy en día todavía no saben si realmente creen en Jesús, en el poder del Nombre que está por encima de todo nombre. Se enfocan más en el hecho de que están bajo ataque espiritual y en los demonios que los persiguen. Mientras tanto, Jesús está proclamando:«Consumado es. Apóyate en mí. Camina conmigo. Ponte tu armadura. Ora, adora. Pronuncia mi nombre. ¡Declara la libertad!».

En su libro «La Guerra Invisible», Chip Ingram dice que Jesús se refiere a Satanás al menos 25 veces en la Biblia. En Colosenses 1:16, vemos que Satanás es un espíritu creado. En Apocalipsis 12, vemos a Satanás como un ángel caído. En Ezequiel 28, obtenemos aún más información. El profeta se refiere al rey de Tiro, que la mayoría de los teólogos creen que describe a Satanás. Lucifer era un querubín que fue hecho perfecto. Tenía un propósito, su posición era ser un guardián. Él era el más elevado de todos los seres creados. Fue hecho para ser increíblemente sabio. Era poderoso y el más hermoso, y su orgullo lo llevó a la arrogancia, la deshonestidad y los pensamientos de igualdad con Dios.

Hay una guerra en un mundo invisible. Satanás, nuestro enemigo, es real.

Señor Jesús, creo en tu Nombre por encima de todos los demás nombres. Ayuda a mi incredulidad. Amén.