🤓 ¿Estás "plenamente convencido"?

Referencia Bíblica: Filipenses 4:7;

Espero que durante estos días estés creciendo en tu capacidad de creer y esperar las promesas de Dios. ¡Sin duda, Él quiere cumplir todas y cada una de ellas en tu vida!

Ayer vimos que la fe en las promesas de Dios se traduce en estar "plenamente convencidos" en nuestro corazón de que se cumplirán, de la misma manera que Abraham lo estaba.

La pregunta que quizá te puede surgir, entonces, es: "¿Cómo puedo hacer para estar plenamente convencido?".

Si alguien te dijese que el cielo es naranja, ¿tendrías dudas en tu corazón? ¿Pensarías que quizá aprendiste mal los colores en la escuela, o que tienes un problema de visión?

Seguro que no. Sencillamente pensarías que la otra persona está equivocada, pero no dudarías ni por un segundo de que el cielo es azul. ¿Por qué? Por estás plenamente convencido de que el cielo es azul.

Abraham no tenía una mera esperanza de que quizá se cumpliría la promesa de Dios. Tampoco había procurado convencerse a sí mismo, tratando de ocultar sus dudas más profundas con un mensaje positivo...

No. Abraham tenía una confianza absoluta en Aquél que le había dicho que tendría un hijo, porque le había visto hacer maravillas en el pasado. Aquél que había hecho esos milagros en el pasado, cumpliría esta vez también Su promesa. Punto. Fin de la discusión.

Eso es lo que hace la fe auténtica en nosotros: nos hace estar plenamente convencidos de las promesas de Dios.

• Da igual lo que nuestros ojos vean, o lo que nuestra razón nos diga
• Da igual lo imposible que parezca la situación
• Nuestro corazón está envuelto de la "paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento" (Filipenses 4:7), porque sabemos en lo más profundo de nuestro ser que vamos a ver a Dios actuar de manera increíble.

Querido/a amigo/a, hoy es el día para activar tu fe. Te dejo dos pasos que te serán de ayuda:

• Habla sinceramente con Dios, y exprésale tu deseo de crecer en la fe, así como las dudas que te bloquean
• Decide aferrarte a las promesas de la Biblia, y empieza a confesarlas en voz alta y con valentía en tus momentos de oración

¡Eres un Milagro!
Christian Misch