AFIANZARSE HOY

3 Pasos para abrazarnos a Cristo

Reconocer la soberanía de DIOS.

Salmos 63 NVI

Este Salmo de David fue escrito en el desierto, algunos teólogos creen que lo escribió mientras era perseguido por Saúl. Sin embargo otros creen que fue cuando escapaba de su hijo Absalón, dónde también huyo en el desierto. Consideremos la segunda opción para este devocional.

Este nos centra en una adoración especial, y es el de persecución y escape en el desierto.

Muchas veces pasamos por momentos difíciles. Sin embargo, debido a este tipo de situaciones, muchos se apartan en el desierto, escapando de la realidad. El desierto tipifica la soledad, junto con el sufrimiento y las necesidades más básicas. En esos momentos uno logra valorar, aún las cosas que cotidianamente no valoramos, pensando que no son tan necesarias hasta que nos faltan.

Las personas no llegan a valorar la salud hasta que la pierden, no valoran respirar hasta que un día no lo pueden hacer con normalidad. No valoramos la libertad hasta que la perdemos.

David empieza una búsqueda intensa debido a la desolación por la cual estaba pasando.

No importa el cargo que ejerzas en la vida, puedes ser un jefe, un líder, un presidente, nadie escapa de los momentos difíciles. David siendo el rey más grande de su época no podía salir de su depresión. Él sabía que el lugar que no ocupaba, sería tomado por otro.

Muchas veces no nos damos cuenta de esto, pero debemos saber que todo lugar que nos fue dado por DIOS, si no lo ocupamos, será dado a otro.

DAVID TEMÍA PASAR POR EL MISMO MOMENTO QUE PASO SAÚL, SABIENDO QUE ÉL CORRIA CON MAYOR RIESGO, YA QUE QUIEN QUERÍA SU LUGAR ERA SU HIJO.

Frente a toda la situación que vivía David, se aparta al desierto y en ese lugar es dónde se relaciona con DIOS con una adoración diferente, más íntimo, más personal y ya con otra antigüedad, con una perspectiva diferente. Se encontraba con más años, más experiencia, pero en una misma situación, de escape, de huida.

Cuantas veces te encuentras en la vida así. Tienes más años, más experiencia pero con los mismos problemas, las mismas pruebas, las mismas situaciones.

Tranquilo, es normal, a David también le sucedía lo mismo.

Debemos tomar la actitud del íntimo de DIOS, David.

Salmos 63:1 NVI

Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.

63 Oh Dios, tú eres mi Dios;
yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, extenuada y sedienta.

En el momento de prueba, David, hace un reconocimiento al Soberano y una declaración de búsqueda. Esta es intensa, él se encontraba desesperado por la situación que vivía y las decisiones que debía tomar.

Sus asesores le decían que mate a su propio hijo para seguir en el reinado o que lo encarcele.

Muchas veces tomar decisiones se torna extenuante y nos lleva al desierto.

Él marca que su alma tiene sed, justamente es lo que se siente en un desierto. Él estaba física y espiritualmente en un desierto.

David había pasado mucho tiempo en el desierto y sabía lo que era tener sed. Y es una situación desesperante, donde se pierde el conocimiento por falta de agua.

· El primer paso es reconocer la soberanía de DIOS.

Es difícil reconocer que hay otra persona que puede resolver nuestros problemas. Se trata de DIOS. Es el único que puede resolver todo. Cometemos miles de errores, sin embargo Él puede con todo. La mayoría cree que pueden solos con las dificultades. Esto no es así, Jesús quiere que dependamos totalmente de Él. Reconocer Su soberanía lo pone en primer lugar. Arriba de los problemas, arriba de la necesidad, arriba del desierto. El agua está sobre la arena, encima del desierto, Jesús es el agua de vida eterna. Esta sobre todo, porque es el Soberano. Reconozcamos, en este día, que Cristo esta encima de todo. Así podremos aferrarnos más a Jesús.