¿Por qué esperar?Muestra

“¿Por qué esperar? ¡Llama ahora!".

El mensaje del comercial era claro. Si no llamabas en los próximos 30 minutos, te perderías una gran oferta. ¡Tenías que actuar AHORA, tarjeta de crédito en mano!

La vida cristiana rara vez funciona como los infomerciales. Rara vez obtenemos lo que queremos AHORA, y tratar nuestra relación con Dios como si Él debiera ACTUAR AHORA solo nos frustrará y confundirá. ¡Debemos recordar que los caminos de Dios no son nuestros caminos (Isaías 55:8-9)!

¿Por qué parece que Dios a menudo nos hace esperar en Él las respuestas a tantas cosas? Hace poco escuché a un maestro decir que esperamos en el Señor porque Él está: 1) haciendo una obra mayor FUERA de nosotros durante un período de espera, como lo hizo al coordinar el escenario mundial mientras José esperaba ser restaurado con su familia, 2) Él está haciendo una obra mayor DENTRO de nosotros durante un período de espera, como lo hizo en David mientras esperaba en Dios para la liberación de Saúl, o 3) ambos. Por lo tanto, cada temporada de espera tiene un gran propósito, uno que puede no gustarnos pero que, sin embargo, está obrando en nosotros (2 Corintios 4:17).

¿Pero qué estamos haciendo mientras esperamos? El pasaje de hoy es instructivo. En él leemos: “Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza" (Salmos 130:5). Mientras esperamos que Dios responda las cosas que solo Él puede cambiar, debemos animar nuestro corazón DIARIAMENTE en Su Palabra. Allí, podemos animarnos al leer cómo Él obró en la vida de las personas que esperaban en el Señor, como Abraham, Sara, Job, Pablo y muchos otros.

En Lucas 2, leemos acerca de la profetisa Ana: “una viuda de unos ochenta y cuatro años, que no se apartaba del templo, sino que adoraba a Dios con ayunos y oraciones noche y día” (Lucas 2:37). Ana esperó TODA su vida para ver al Mesías prometido, y lo que hizo mientras esperaba dice mucho. Ella adoraba a Dios con ayunos y oraciones día y noche. Si bien es posible que no podamos ayunar y orar cada momento de cada día, nuestros corazones pueden estar marcados por una postura de reverencia y adoración mientras esperamos en Dios.

¿Esperamos en Dios con expectativa, como lo hizo Ana? ¿Confiamos en Él mientras esperamos? ¿Estamos meditando en Su Palabra, sabiendo que Él es fiel para hacer lo que ha dicho?

Para responder a la pregunta: "¿Por qué esperar?". Digo que esperemos porque nuestro Dios, y todo lo que está haciendo dentro y fuera de nosotros, ¡vale la pena la espera!