Cuando la vida dueleMuestra

Demuestra que el diablo está equivocado

La resolución anual de Satanás es borrar el amor de nuestra relación con Dios. Él está más que de acuerdo con nosotros creyendo que Dios existe (incluso los demonios creen eso). Está tranquilo con esta visión contractual de Dios (haz buenas obras y Dios será bueno contigo). Lo que no puede soportar, sin embargo, es cuando creemos que Dios es amor y lo amamos. Él mismo no lo cree y no quiere que tú lo creas tampoco.

Es por eso que Satanás calumnió la relación de amor entre Dios y Job, reclamando que Job solo usó a Dios para tener una buena vida. Dijo Satanás: “Pero pon tu mano sobre todo lo que tiene, y verás cómo blasfema contra ti, y en tu propia cara" (Job 1:11). Extrañamente, Dios permitió que muchas cosas pasaran a Job. Maravillosamente, Job no hizo lo que el diablo supuso que haría. Job se postró en adoración. Él alabó el nombre del Señor.

Me preguntó si Satanás rechina sus dientes cuando personas heridas van a la iglesia o cuando manos con artritis se unen por una oración para sanar, o cuando las viudas leen devocionales como este. Justo cuando Satanás asume que maldeciremos a Dios en nuestro dolor, nos volvemos a Él en alabanza. Le agradecemos por estar con nosotros. Le pedimos por sanidad pero luego decimos: “Hágase Tu voluntad”. Lo adoramos por darnos el cielo, un hogar eterno donde no existe el dolor.

Alaba a Dios hoy, incluso si tienes dolor. El diablo odiará esto pero el Dios de amor lo amará.