Pausa y escucha su voz- 21 días de ayunoMuestra

DÍA 9 – ¡Ya fuimos justificados!

Entender la justicia de Dios resulta difícil si lo vemos solamente a la luz de nuestro entendimiento. ¿Imaginan lo caótico que seria si cada uno establece su propia justicia? Tendríamos un sinfín de contradicciones y problemas sociales muy serios. Es por ello que la sabiduría de Dios va más allá de nuestro corto alcance y nos presenta una visión de la justicia de una forma diferente que incluye la eternidad.

Debemos entender que: (1) Dios es justo y todo lo hace con justicia. (2) La justicia de Dios se da mediante la fe en Jesucristo y está disponible para todo aquel que lo cree con convicción. (3) La justicia de Dios no hace distinción de persona, ni raza, nación, estatus, obras, etc. (4) No hay ni una sola persona que no haya cometido pecado. Y por último y lo más importante, (5) fuimos justificados gratuitamente por medio de la muerte y resurrección de Cristo Jesús. En nuestra humanidad queremos ver manifestada la justicia de forma inmediata, pero sus efectos son temporales. En cambio, la justificación de Dios satisface y es eterna.

Guía a la oración: Amado Señor, me acerco a ti con actitud de agradecimiento, reconociendo que tu justicia es una muestra de amor hacia mi vida. Tuvo un costo alto, el sacrificio de tu Hijo, pero que gratuitamente me la entregas mediante la fe en Jesucristo… (continúa la oración)