21 maneras de prosperar a los 45Muestra

Encuentra un mentor

Tenía 17. Entré a su oficina y pregunté si podíamos tomar un café. Intercambiamos algunas palabras, números de teléfono y nos encontramos una semana después. Compartí mis sueños, ideas y acertijos. Ella escuchó. Ella sonrió. Ella hizo preguntas. Lo que comenzó fue una relación que probaría ser tan útil como una brújula y tan preciosa como las joyas finas. Su sabiduría y gracia fueron un regalo a mi joven alma. A medida que el tiempo pasaba, difícilmente tomaba una decisión sin buscar su sabiduría en el asunto. Ella nunca me dijo que hacer. Por el contrario, me mostraba que hacer con su amabilidad y experiencia.

Incontables veces en Proverbios somos invitados a caminar con los sabios. A prestar atención a sus advertencias. A aprender de sus experiencias. Mientras lo hacemos, nosotros somos quienes crecemos en sabiduría y entendimiento. Jesús es nuestro máximo consejero y nos corresponde escuchar a aquellos que lo aman bien y pelearon batallas que aún tenemos que enfrentar. Son las mujeres que van diez pasos adelante las que comparten las victorias, la bondad y la gloria de Dios de maneras que alientan nuestra fe creciente. Frecuentemente son nuestros mentores quienes nos asisten en sopesar los resultados y ofrecen una verdad eterna. En amor y buenas intenciones, se comprometen a ser la voz de la razón.

A medida que avanzan las temporadas, podemos superar a los mentores y buscar nuevos, pero de todos aquellos que aman y siguen a Jesús, nosotros, como Hebreos 13 dice: “acuérdense de sus dirigentes, que les comunicaron la palabra de Dios. Consideren cual fue el resultado de su estilo de vida, e imiten su fe”.

En la búsqueda por un mentor, busca por flores de fruto dentro de las mujeres sabias que aman a Jesús a tu alrededor. ¿Estás siendo testigo de su amor? ¿Alegría? ¿Paz? ¿Paciencia? ¿Amabilidad? ¿Bondad? ¿Autocontrol? ¿Ella sigue y lidera? ¿Cría a sus hijos de una manera que resona con como Dios te está llamando a pastorear a tus propios hijos? ¿Está ella en un matrimonio saludable? ¿Tiene amistades prósperas? ¿Es una mujer de palabra?

Acércate a ella. Como cualquier amistad, busca por la química. Pídele que comparta una hora y disfruten de un café juntas. ¿Es ella una mujer ocupada? Tal vez pide acompañarla en algo que ya está haciendo. Mientras buscas florecer junto donde estás, camina con los sabios. No es un esfuerzo glamoroso. Es uno antiguo. Uno que te hará avanzar en tu fe.