Guerras y rumores de guerras: Cómo adorar cuando la guerra golpea el hogarMuestra

Una oración para mantenerse firme

¿Alguna vez has visto el video del hombre chino parado frente a la línea de tanques? Si no lo has visto, debes buscar uno de los videos más icónicos de todos los tiempos. Un hombre solitario, vestido con pantalones negros y una camisa blanca, se para en medio de la carretera mientras más de una docena de tanques ruedan hacia su cuerpo aplastable, pero el hombre no se mueve. Los vehículos blindados retumban a pocos metros de su esbelto cuerpo, pero el hombre no se mueve. Cuando el conductor del tanque líder trata de rodear al hombre, el hombre se mueve para permanecer frente al tanque, donde nuevamente, no se mueve. Si tuviera que elegir una palabra para subtitular este video, podría elegir coraje.

Tal como muestra ese video, el coraje es una elección individual. Aunque ciertamente podemos animarnos unos a otros, nadie puede ser valiente por ti. Tu papá no puede ser valiente por ti. Tu pastor tampoco puede. Tarde o temprano en la vida, algo aterrador vendrá marchando (o rodando) hacia ti, obligándote a tomar una decisión alarmante. ¿Correrás? ¿Te comprometerás? ¿O te mantendrás firme?

Al hablar de la vida en este mundo devastado por la guerra donde el amor de la gente por Dios se enfriaría, Jesús enseñó: “Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo” (Mateo 24:12,13). Fíjate en la “línea de tanques” que vienen hacia ti—tanta maldad y la mayoría sin amor. Y fíjate en el sujeto singular—“el” que se mantiene firme.

Nunca he vivido una guerra, pero tengo que imaginar que la tentación de no mantenerse firme es constante. Roba a tu vecino si tienes hambre. Ignora a tu compatriota que sufre, y piensa solo en ti. Miente a quien sea necesario solo para obtener un trozo de pan extra. Duda del amor de Dios. Cree que ya nada importa. Renuncia a un Dios que dice que tiene planes para nuestro futuro.

Oremos para que cada creyente que vive una guerra se mantenga firme. ¿Cómo? Al ponerse la armadura de Dios. Mientras lees las famosas palabras de Pablo a continuación, piensa en las personas que literalmente ven tanques en sus calles. Piensa en los refugiados que huyen para salvar sus vidas. Piensa en el ciudadano promedio que necesita el coraje para mantenerse firme, para fijar sus ojos en Jesús y creer que el Dios que nos amó lo suficiente como para enviar a su Hijo, debe amarnos ahora, incluso cuando el mundo se está desmoronando.

Leamos y oremos: “Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo.Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes.Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia de Dios. Pónganse como calzado la paz que proviene de la Buena Noticia a fin de estar completamente preparados. Además de todo eso, levanten el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del diablo. Pónganse la salvación como casco y tomen la espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios. Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes” (NTV, Efesios 6:11-18).