Piensa otra vezMuestra

Rompiendo fortalezas en la iglesia.

Hace poco tuve uno de mis momentos más memorables en la iglesia. Construí una torre alta con Legos, tan fuerte y robusta que el pequeño hombre de Lego que coloqué fuera de las paredes no tuvo oportunidad de entrar. Esa imagen representaba algunas de las mentiras que tienen un fuerte control en nuestras cabezas que parece que no podemos quitarnos de encima. Para ti, eso podría ser, "Todo es culpa mía" o "Todo es culpa de ellos" o "Si no soy perfecto, soy patético". Estas mentiras se sienten inamovibles, imposibles de cambiar, ¿no es así?

Pero luego cogí una Biblia. Una gran Biblia. Sosteniendo esa Biblia como un bate de béisbol, retrocedí desde la torre de Lego y la golpeé tan fuerte como pude. ¡Boom! Legos volaron en todas direcciones mientras la torre explotaba en cientos de diminutos ladrillos. (¡Honestamente, fue genial!)

¿Cuál era mi punto? “Las armas con las que luchamos no son las armas del mundo. Al contrario, tienen poder divino para demoler fortalezas” (2 Corintios 10:4). La Biblia es nuestra arma divina, y viene con poder divino. Lo que parece imposible de cambiar para ti no es imposible de cambiar para Dios.

Así que toma tu Biblia y derrumba esa mentira. Destruye tus suposiciones y toma cautivo tus pensamientos, comparándolos con los estándares inmutables de las Escrituras. Las mentiras no saldrán con las manos en alto. Tienes que romper algunas cosas e ir a buscarlas.

¡Feliz derrumbamiento, hijo de Dios!