RecárgateMuestra

Sólo conéctate

¿Quién de nosotros no ha tenido la experiencia de tener algún equipo electrónico, en especial su teléfono celular marcando su batería en nivel rojo? Esto lo podemos considerar hasta una emergencia. Basado en esto hemos aprendido, y muchas veces adquirimos equipos como las baterías externas para “ayudarnos” a recargar nuestro equipo y poder seguir funcionando.

Muchas veces así sentimos nuestras vidas según pasan los días. En ocasiones son tantas las funciones que realizamos que nos vamos agotando. Hay ocasiones en que quizás te sientas con muchas energías y fuerzas durante las primeras horas de la mañana, pero eventualmente, según pasan las horas, no te sientes igual. Las actividades diarias, desde las que son parte de nuestra rutina, hasta las que surgen de manera no prevista van consumiendo la carga de energía y poder que llevamos dentro.

Sí, hay un increíble poder que habita dentro de ti, desde que reconociste a Jesús como tu Señor y Salvador.

El Espíritu Santo de Dios está en ti, para que lo uses todos los días de tu vida.

Muchas veces vemos a la persona del Espíritu Santo como un invitado de honor que le hacemos partícipe en momentos específicos; cuando necesitamos un milagro o en algún evento en especial.

Hoy quiero que aproveches este día nuevo, esta oportunidad de vida para hacerlo parte de ti, cada día, en cada rol que ejecutas, en cada decisión que tomas, en cada actividad que realices. Él siempre está disponible para ti, y a diferencia de una batería externa que también se agota, Él no se agota, Su fuente de poder siempre es inagotable.

¿Sabes lo que necesitas? Solo hacerlo presente, darle el lugar y la participación en tus días.

No entremos a cada día con nuestras fuerzas, entremos con la fuerza y el poder del Espíritu Santo. Esto será lo que establezca los resultados en nuestro diario vivir.

Dice Efesios 3:20: “Y ahora, que toda gloria sea para Dios, quién puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros”.

¿Quieres llegar al final del día, con buenos resultados, y sintiéndote bien, sintiéndote con fuerzas y deseos de continuar disfrutando tu tarde o tu noche?

Mantente conectado a la fuente de poder inagotable, al poder que ha hecho proezas a través de los siglos, y su barra de medir nunca ha disminuido, dile: ¡Espíritu Santo, bienvenido a mi vida!