El Cielo AquíMuestra

Tocar el cielo

En tiempo de confinamiento tuve más tiempo en pensar cómo podría fortalecer mi relación con Dios. Después de tener una pausa de la prisa de la vida, en tiempo de incertidumbre y temor, anhelaba sentirme más cerca de Él. Descubrí que mediante la alabanza podía tener otra forma de honrar y convivir con Jesús. Eso es algo que sabía, pero no había estado tan consciente de ello como aquella temporada.

La alabanza cantando o tocando un instrumento o simplemente alzando tus manos como rendición a Él, es una forma de adoración, una forma de tocar el cielo.

Tal vez te sea fácil hacerlo, o tal vez no, si no estás acostumbrado a cantar para Dios, tienes que saber que Él se complace con escucharte (seas un gran cantante o no).

Prueba tomando un tiempo de intimidad con Dios, cantando para Él, volviendo la alabanza parte de tu momento a solas con Dios. Una alabanza puede ser una oración, una declaración de fe sobre tu vida, sobre tu familia, sobre tu nación. A veces, podemos menospreciar la alabanza o estamos acostumbrados a las oraciones monótonas. Pero, hay muchas formas de adorar, el tiempo íntimo con Dios es necesario y liberador. ¡Cantemos sobre la libertad que nos ha traído Jesús!

Como en toda relación es importante no caer en la monotonía, ni costumbre y alabar de distintas formas es una dinámica para que cada día sea diferente y especial con tu Padre.

Oración:

Padre, enséñame a adorarte con todo lo que tengo y lo que soy, a alabarte con mis palabras y mis pensamientos. Ayúdame a anhelar relacionarme contigo de una manera especial y cada día más cercana, que Tú seas lo primero y lo mejor de mi día y de mi vida.

Amén