Volviendo Al LugarMuestra

Empezando y continuando por el Espíritu

El lugar que el Señor nos dio es precisamente eso, un lugar dado por el Señor. Puede sonar muy simplista esta afirmación, pero esto nos dice que solo es Él quien puede entregarnos ese lugar.

Antes de recibir al Señor como nuestro Salvador estábamos destituidos de Su gloria. Esto ya lo aprendimos, y para volver no había esfuerzo humano que lo logrará. Entonces, Dios tenia Su plan maestro y envió a Su Hijo a morir por nosotros para perdón de nuestro pecados y pagar el precio que nos daba el derecho de volver al lugar que perdimos con el pecado. Todo esto es un acto espiritual, es el Espíritu quien hace el trabajo de acercarnos al lugar de donde nunca debimos salir.

Pasaré a contarles un poco de este trabajo del Espíritu. Estando destituidos de la gloria de Dios, existía una persona que podía ingresar al lugar donde habitaba la presencia manifiesta de Dios, este era el Sumo Sacerdote, que tenia que guardar una serie de reglas y atributos para ingresar al Lugar Santísimo y no morir en el intento, literalmente. Ese lugar del templo sufrió una transformación cuando Jesús murió, la cortina que separa el Lugar Santísimo del Lugar Santo, que separaba a la presencia de Dios de los hombres, fue rasgada, de arriba hacia abajo. Era Dios diciendo: “Ya no quiero que mis hijos estén separados de mí ”. Entonces así como los sacerdotes tenían que ser “perfectos” para ingresar al lugar de Su presencia, nosotros fuimos transformados por el Espiritu en perfectos espirituales, para así habitar en Su presencia y no morir en el intento.

No te confundas, no es que tenemos un comportamiento perfecto, porque eso requiere de una transformación diaria, pero sí somos perfectos en espíritu, de otra forma no podríamos permanecer en Su presencia. Esto es un trabajo solo del Espiritu, pero con el tiempo nos engañamos con que podemos lograrlo por nuestras fuerzas y comenzamos a dejar de lado el trabajo del Espiritu y comenzamos a trabajar en nuestras fuerzas. Pablo aparece en escena y nos dice, así como a los Galatas: “¿Por qué quieren continuar por la carne lo que comenzaron por el Espiritu?”.

Este es un llamado a mirar de forma correcta, porque no podemos volver al lugar si no es por medio del Espiritu, para que nadie se glorifique así mismo. Es el Espíritu quien nos posiciona nuevamente en el lugar que perdimos. Hoy dile que quieres retornar ahí y mantenerte ahí, nunca más por tus fuerzas, sino por medio de Él.